Cada primer viernes del mes, los vecinos del Nordeste se concentran frente a las puertas del Centro de Salud de Riaza. En la última manifestación alzaban la voz para revertir de forma urgente la situación actual de la Sanidad Pública en la provincia, concentrados en tres medidas urgentes: que se cubra de forma inmediata la plaza de matrona, cuya titular se jubiló a finales de noviembre; que se cubran en todo momento las bajas y vacaciones de la única pediatra asignada a la Zona Básica de Salud, ZBS, la cual además comparte servicio con la Zona Básica de Salud de la Sierra —zona de Navafría—, lo que implica que no está disponible todos los días en la ZBS de Riaza; y que se cubran en todo momento las bajas y vacaciones de los siete facultativos médicos asignados a dicha Zona Básica de Salud.

“Nuestra Sanidad Pública va deteriorándose poco a poco, sin que nos demos cuenta, y cuando queramos reaccionar ya no habrá remedio y habremos perdido algo tan valioso y por lo que nuestros mayores lucharon tanto, una sanidad pública universal y de calidad”, asegura Rafael Alonso Ponce, portavoz del Círculo de Podemos Riaza-Nordeste de Segovia, desde donde denuncian un paulatino deterioro de la Sanidad Pública en la Zona Básica de Riaza, en particular, y en la Comunidad Autónoma, en general.

“El presupuesto de la Sanidad Pública en Castilla y León ha descendido un 2,5% y este descenso es aún mayor en atención primaria llegando al 10%. Además, según el Plan de Reorganización de la Atención Primaria Rural de Segovia sólo quedarían siete médicos para el Área de Salud en Riaza” denuncia Rafael Alonso

“En los últimos años el presupuesto de la sanidad pública de Castilla y León ha descendido un 2,5%, mientras que la población envejece, precisa de más cuidados y los tratamientos son más caros. Además, ese descenso es aún mayor en Atención Primaria, llegando a un 10% en Castilla y León. Y según el plan de reorganización de la Atención Primaria Rural de Segovia sólo quedarían siete médicos para el área de salud en Riaza, cuatro en Riaza y tres en Ayllón”, denuncia Alonso al tiempo que añade que “en nuestra área de salud hay más de 600 pacientes asignados a cada médico y en verano, con el aumento de población y la falta de cobertura médica de vacaciones y bajas del personal sanitario, ese ratio es aún mayor”.

Con estas concentraciones pretenden mostrar su apoyo a las llevadas a cabo por la Mesa de Defensa para la Sanidad Pública, MEDSAP, ante el Hospital General de Segovia también mensualmente. Y en cada una de ellas, ofrecen la posibilidad a los vecinos y asistentes de firmar en apoyo a estas tres reclamaciones al Gobierno regional.

Las agresiones al personal del SACYL crecieron un 30,9% en 2024, respecto al año anterior. Y de las 1.062 sufridas en la región, 53 fueron al personal del Área de Salud de Segovia

“Obviamente hay muchas más medidas que sería necesario tomar, pero estas tres son muy concretas, no implican grandes inversiones, ni compra de equipos caros, ni construcción de consultorios, ni nada parecido. Sólo hace falta voluntad sincera de cuidar a la población del medio rural”.

AUMENTA LA VIOLENCIA
Resulta profundamente alarmante que quienes dedican su labor a cuidar de nuestra salud se conviertan, cada vez con más frecuencia, en víctimas de agresiones.

Los sanitarios, llamados a aliviar el dolor y salvar vidas, se enfrentan no solo a la presión de su trabajo, sino también a la violencia de aquellos a quienes acuden a ellos. Una contradicción que interpela a toda la sociedad y obliga a reflexionar sobre el respeto y la protección que merecen quienes nos cuidan.

Y es que, según los datos de la Consejería de Sanidad publicados en julio de 2025, en la Comunidad Autónoma de Castilla y León se registró un notable aumento de agresiones en el sector sanitario durante el año 2024, superando las mil —en concreto un total de 1.062— lo que supone un incremento del 30,9% respecto al año anterior, afectando mayoritariamente a mujeres y concentrándose en hospitales y atención primaria, con un foco en urgencias y salud mental.

De las 1.062 agresiones registradas en la región, 53 de las mismas fueron sufridas por el personal sanitario perteneciente al Área de Salud de Segovia.

Hechos que no han sido aislados y que, por desgracia, se siguen sucediendo como el ocurrido a finales del mes de noviembre en el Consultorio Médico de Duruelo, donde el facultativo que atendía tuvo que ser trasladado a urgencias del Complejo Asistencial Universitario de Segovia con una fractura en la nariz ocasionada por un golpe que le dio el paciente.

Dicha agresión generó un rechazo social e institucional en la provincia de Segovia, motivo por el cual el Colegio Oficial de Médicos de Segovia realizó un acto de protesta y rechazo, el pasado viernes 28 de noviembre, a las 09.30 horas, en las puertas del Centro de Salud de Sepúlveda. Concentración a la que asistieron el tesorero del Consejo General del Colegio Oficial de Médicos, Enrique Guilabert, el Presidente del Colegio de Médicos de Segovia, Graciliano Estrada; el gerente, Luis Gómez de Montes y demás de miembros del equipo directivo, junto a los delegados de prevención de la Gerencia y numerosos vecinos.

“Vivimos una pérdida progresiva de seguridad sanitaria”

SOS Rural Ayllón denuncia los episodios reiterados de falta de cobertura médica sufridos en el Punto de Atención Continuada del pueblo

La Plataforma ‘SOS Rural Ayllón’ denuncia la realidad que vive Ayllón y los pueblos cuya atención sanitaria recaen en este municipio, incluidos varios núcleos de la provincia de Soria.

“Vivimos una pérdida progresiva de seguridad sanitaria. Además, el Punto de Atención Continuada, PAC, de Ayllón, ha sufrido episodios reiterados de falta de cobertura médica, lo que genera una situación de incertidumbre permanente para la población” explica Sonia Castro Saquete, portavoz de SOS Rural Ayllón, al tiempo que añade que “no se trata de incidencias puntuales, sino de un problema estructural en un territorio rural disperso, con población envejecida y condiciones de acceso complejas, donde cualquier ausencia de un recurso sanitaria tiene un impacto directo en la atención urgente”.

Por ello, “demandamos a la Gerencia de Atención Primaria, a SACYL y a la Junta de Castilla y León que garanticen una atención sanitaria urgente, segura, continua y equitativa en toda la Zona Básica de Salud. Y a las administraciones locales les pedimos que no acepten soluciones que supongan, en la práctica, el debilitamiento del PAC de Ayllón, del que dependen varios municipios, incluso fuera de la provincia de Segovia” asegura Castro.

El principal problema con el que se encuentran es que “el sistema no tiene margen de maniobra” ya que cuando la atención queda concentrada en un único punto y se produce una urgencia fuera del centro sanitario —como puede ser una asistencia domiciliaria o una intervención en la vía pública—, toda la Zona Básica de Salud puede quedar sin atención médica presencial durante ese tiempo.

“No se trata de incidencias puntuales sino de un problema estructural en un territorio rural con una población envejecida y condiciones de acceso complejas” denuncia Sonia Castro, de SOS Rural Ayllón

Si además el paciente requiere traslado hospitalario, el médico debe acompañarlo, lo que implica ausencias prolongadas del punto de urgencias. Durante ese intervalo, no existe capacidad de respuesta inmediata ante una segunda urgencia en ninguno de los pueblos cuya atención recae en Ayllón y Riaza.

SI EL PAC DE AYLLÓN no está operativo, la atención sanitaria urgente de estos pueblos se centraliza en el Centro de Salud de Riaza, que pasa a ser el único punto asistencial de referencia para toda la Zona Básica de Salud.
Y esto supone “mayores desplazamientos para los vecinos de los pueblos adscritos a Ayllón, incluidos los limítrofes de la provincia de Soria; incremento de tiempos de respuesta, tanto para la población como para los profesionales sanitarios y dependencia de carreteras secundarias y de una climatología frecuentemente adversa” declara Castro.

EL DESFIBRILADOR ubicado en el PAC de Ayllón es, a día de hoy, el único disponible en todo el municipio “por lo que su utilidad es estratégica” denuncia Castro a la vez que expone que “si el PAC está cerrado o no hay personal sanitario, el acceso a este desfibrilador no puede realizarse con rapidez, lo que limita gravemente su eficacia en una emergencia cardíaca. La existencia del dispositivo no compensa la ausencia de cobertura médica ni garantiza una respuesta inmediata en un territorio amplio y disperso”.