Los perros se han convertido en los animales más apreciados estos días, por cuanto constituyen los elementos de la casa que no sólo invitan a salir, sino que además su breve emancipación está contemplada en el actual estado de alarma.
Por ello, desde las asociaciones protectoras han notado una mayor demanda estos días por parte de algunos ciudadanos, algunos de forma interesada. Algunos de estos centros han decidido paralizar hasta que concluya el estado de alarma, este proceso.
La Asociación para la Defensa de los Animales de Segovia, que hace las veces de protectora municipal mediante una subvención del Ayuntamiento, ha percibido un gran aumento de llamadas de personas interesadas en adoptar un perro desde la entrada en vigor del estado de alarma, tal como ha informado a Efe la presidenta de la asociación, Eva Silvestre. La protectora ha pasado de recibir una llamada cada quince días a una diaria en este sentido. “Al principio, no nos lo podíamos creer”, comenta Silvestre. La presidenta de la protectora ha explicado que, además de haber aumentado el número, “se nota” la intención de estas nuevas peticiones: “No te lo dicen directamente que es para esto, pero son personas que te piden cualquier perro, no preguntan por uno en concreto que han visto en la página, y eso no es habitual”. Para evitar esta tendencia, no se dará en adopción ningún animal mientras dure el estado de alarma, y también por cuestiones de logística, ya que en la protectora solo están activos cuatro trabajadores para cuidar de los cincuenta perros y doce gatos que viven en el centro en este momento, al que se ha pedido que los voluntarios dejen de acudir de momento.
La protectora sí continúa recibiendo a través de su web peticiones de adopción, que serán retomadas cuando acabe la excepcionalidad, pero serán sometidas al escrutinio habitual mediante procesos de selección como un formulario, una entrevista personal y una visita pre-adopción.
En Valladolid, unos 60 perros y 19 gatos aguardan un hogar, al que no llegarán hasta que pase el estado de alarma y en el que podrán disfrutar siempre y cuando los solicitantes aprueben un test de adopción y cumplan una serie de requisitos necesarios en todos los casos con el fin de fomentar la adopción “responsable”.
En Ávila, la Asociación Protectora de Animales “Huellas”, cuyas instalaciones acogen unos 200 perros y 70 gatos, mantiene cerrado su centro de 6.000 metros cuadrados desde el pasado 13 de marzo, “como medida preventiva para el distanciamiento social”, según ha explicado su presidenta, Isabel Martín.
En la ciudad de Zamora, el centro municipal de recogida de animales, que gestiona la protectora Scooby, alberga en la actualidad un total de 45 perros y diez gatos que son atendidos a diario por una trabajadora y para los que también se ha aplazado la adopción hasta que pase el aislamiento por la pandemia.
