En el mundo del fútbol la pena y la gloria se miden por el implacable baremo de los resultados. Podrás jugar como los angelitos, que como no ganes el partido definitivo, te irás a casa como un perdedor, romántico sí, pero perdedor al fin y al cabo. Así que la Segoviana, cansada de la romántica etiqueta de perdedor que busca siempre jugar al fútbol, realizó ayer un elogio a la practicidad tras empatar sin goles con el Arroyo extremeño, haciendo valer la ventaja de 1-2 que obtuvo en el partido de ida.
Maroto tenía un plan para este encuentro de vuelta del play off, que no era otro que el de intentar controlar la embestida del Arroyo en la primera parte, y buscar los espacios en un segundo tiempo que se preveía más abierto. Pero el técnico de la Segoviana se encontró con un elemento inesperado y molesto, aunque afortunadamente no decisivo, como fue el fuerte viento que en la primera parte sopló en contra del equipo azulgrana de tal manera que los potentes saques de Durán apenas conseguían superar el centro del campo.
Con esta premisa lo lógico era que el Arroyo fuera el dominador del primer tiempo. Con Carlitos y Cuqui llevando el peligro por las bandas buscando, y encontrando, la espalda de Chus y Víctor Pérez, en los primeros compases del partido el 0-1 rondó la portería de un Durán que tuvo que intervenir en un par de acciones peligrosas de los visitantes. Cuqui tuvo la más clara en un remate cercano que se marchó alto, más otra acción en la que el portero de la Segoviana salió con seguridad a sus pies.
Los locales apenas conseguían hilvanar una jugada digna de mención en el centro del campo, ya que las fuerzas de los arroyanos estaban aún intactas en el primer tiempo, y tanto Anel como Ricardo no conseguían contactar con claridad con las bandas. La acción más peligrosa de la Segoviana en el primer tiempo llegó con un remate de Pablo Morales a la salida de un córner, que terminó sacando Roberto de la misma raya de gol cuando los más de 1.500 aficionados que se dieron cita en La Albuera cantaban el 1-0. El resto del ataque gimnástico se quedó en nada.
Pero una cosa es que la Segoviana no ofreciera fútbol en los primeros cuarenta y cinco minutos, y otra muy distinta que se viera agobiado por su oponente, porque con el paso de los minutos los locales fueron fijando las marcas, y paulatinamente el Arroyo fue enmarañándose en su fútbol, cayendo de esta manera en la trampa que le tendió el equipo gimnástico, que apenas le dio ritmo al partido en su primer período, que finalizó con 0-0 y un poco de sopor en las gradas, bien pobladas en la tarde de ayer.
el plan funcionó Decir que la Segoviana no había generado dudas en el aficionado en la primera parte sería mentir. Pero esas dudas quedaron disipadas de un plumazo por el fulgurante inicio de segundo tiempo que tuvo el equipo azulgrana.
Tocado en su moral por no haber podido marcar en el primer tiempo pese a tener el aire a favor y alguna que otra ocasión clara, el Arroyo saltó al campo en la reanudación sin ser consciente de que aún quedaban 45 minutos por jugarse, y estuvo a punto de pagarlo muy caro, ya que los de Paco Maroto pusieron en marcha la segunda parte del plan, y en unos segundos veinte minutos absolutamente pletóricos se merecieron dejar sentenciada la eliminatoria consiguiendo algún gol. Apoyándose en la banda derecha, con un Fran que fue de menos a más en el partido, los de casa hicieron del guardameta Alex el mejor de su equipo con diferencia.
Fran, con un remate cercano que se marchó alto, abrió la cuenta de ocasiones para la Segoviana en el segundo tiempo. Posteriormente Anel se encontró con el palo y el larguero en dos acciones que se sucedieron con un minuto de diferencia, la segunda con un postrero remate de Mariano a gol que fue anulado por el árbitro por fuera de juego del “7” azulgrana, y Rubén tuvo la suya, cuando desde dentro del área grande envió fuera su lanzamiento raso.
Estos veinte minutos azulgrana fueron tan pletóricos que terminaron por descorazonar a los jugadores del Arroyo, que no lanzaron en una sola ocasión entre los tres palos de la portería de Durán, y sin embargo continuaron recibiendo ocasiones de gol, como una clara de Mariano y otra aún más diáfana que inició Fran y acabó Anel. Los minutos finales fueron los esperados, con más nervios que fútbol, pero salvo una última acción en la que Víctor Pérez salvó in extremis un remate de Carlitos, el camino hacia la segunda ronda del play off quedó libre para una Segoviana que realizó un elogio a la practicidad.
