Espectáculo: La Pepa.
Compañía de Sara Baras.
Bailarines: Sara Baras, José Serrano, Carmen Camacho, Charo Pedraja, Cristina Aldón, Isabel Ramírez, Macarena Ramírez, María Jesús García, Natalia López, Tamara Macías, Alejandro Rodríguez, Daniel Saltares, David Martín, Manuel Ramírez, Raúl Fernández.
Músicos: Keko Baldomero, Miguel Iglesias, Saúl Quirós, Emilio Florido, Miguel Rosendo, Antonio Suárez, Manuel Muñoz ‘Pájaro’.
Música: Keko Baldomero.
Diseño de luces: Óscar Marchena, J. Luis Alegre y Sara Baras.
Vestuario: Torres-Cosano.
Dirección, guión y coreografía: Sara Baras.
Lugar: Patio de la Real Fábrica de Cristales de La Granja.
Fecha: Domingo 5 de agosto de 2012.
Más de dos años retirada de los escenarios, un embarazo, un parto y los primeros meses de su hijo José no han hecho la más mínima mella en la elegancia innata sobre las tablas que ha convertido, por derecho propio, a Sara Baras en una de las figuras del flamenco actual. Cuando la Baras mueve una mano, alza un brazo o recoge el vuelo de su falda, el auditorio contiene el aliento, entregado al talento de la bailaora gaditana.
El patio de la Real Fábrica de Cristales de La Granja, un escenario que Sara conoce bien, puesto que lo ha pisado ya en varias ocasiones, presenció el domingo, dentro de las Noches Mágicas, un nuevo éxito rotundo de la bailaora, que prácticamente llenó el amplio aforo en una velada gélida y que cosechó aplausos de un público puesto en pie, al que solo le rebajó un poco el entusiasmo el frío de una noche de agosto que más parecía de octubre.
La Baras presentaba ‘La Pepa’, el espectáculo que gestó a la vez que a su pequeño y que dedica a la Constitución de Cádiz de 1812, la popular ‘Pepa’, en el año en que se cumple su bicentenario, por aquello de que dar con el motivo oportuno en el momento justo también ayuda a vender entradas.
Trabajo personal
La bailaora ha compuesto un espectáculo que dramáticamente tiene el desarrollo justo (los horrores de la Guerra de la Independencia contra los franceses, la reunión de la asamblea constituyente en la Isla de León, la promulgación de La Pepa, la primera constitución española… junto con algunas escenas populares que rememoran el Cádiz de la época), pero que sin duda está traspasado de principio a fin por la elegancia de la bailaora, que firma uno de los trabajos más personales de su carrera.
Los bailarines, encabezados por la propia Sara y José Serrano; los músicos, con Keko Baldomero al frente; el vestuario, el espacio sonoro, la iluminación… todo contribuye a crear una atmósfera cuidada hasta el último detalle en la que la Baras manda como la jefa que es, con una presencia escénica y una elegancia gaditana que hacen que se le perdonen algunos gestos de diva, casi lógicos dadas las circunstancias. Porque cuando la Baras mueve una mano, alza un brazo o recoge el vuelo de su falda, el auditorio contiene el aliento.