Si quieres, puedes». En tan sólo tres palabras, Hamet Thioye, un jóven artista senegalés resume su particular forma de entender el arte y la vida que hace seis años le trajo desde su país natal a España para intentar comenzar una carrera como escultor con una original propuesta basada en la relación entre la naturaleza y el reciclaje. A sus 35 años, Thioye vio la posibilidad de convertir su faceta artística en una profesión, y de la mano de la Fundación HAIAC llegó a la localidad segoviana de Torrecaballeros, donde mañana 3 de enero expondrá en La Galería del Rancho cerca de una veintena de obras elaboradas por el artista en el último quinquenio.
Thioye aprendió a modelar el hierro en Burkina Faso, cuna de los profesionales senegaleses que se forman como soldadores y trabajadores de este duro material, pero quiso ir más allá, ya que en su imaginación las formas y los modelos de materiales como un muelle, un rodamiento o un depósito de gasolina de una motocicleta se transforman en seres animados. Así surgieron obras como el «pájaro Yamaha», llamado así por que su cuerpo esta integrado por el depósito de una moto de la marca japonesa, que podrá verse junto a otras en la exposición que permanecerá abierta al público hasta mediados del próximo mes de febrero. El artista senegalés asegura que cualquier objeto puede formar parte de su universo creativo. «Yo veo una cosa como un tubo de escape y veo en el un hipopótamo, un caballo o un toro -explica- y la inspiración me lleva a buscar la manera de sacar esa forma al exterior». Ahora en Torrecaballeros dispone de un pequeño taller facilitado por Javier Giráldez, en el que ha elaborado la mayor parte de las piezas que formarán parte de la muestra.
Giráldez explicó que Thioye es un «artista de fondo» al estilo de los artistas africanos que han pasado por Segovia merced a la labor de HAIAC, y valoró el esfuerzo que hacen para adaptar sus estructuras artísticas al gusto occidental pero sin perder la esencia de sus propias raíces. Por su parte, Thioye confía en contar una vez más con el apoyo de los segovianos que vean sus obras, y Segovia podrá ver volar sobre su cielo la figura del «Pájaro Yamaha».
