El volcán chileno ‘Calbuco’ liberó ayer una nube de cenizas menor a las gigantescas emisiones de los días anteriores, a la par que aumentó la preocupación por la contaminación del aire y el agua en zonas de Chile y la vecina Argentina en este caso.
El volcán, que sorprendió el miércoles escupiendo una potente columna de material que ha llegado incluso hasta Brasil, obligó a las autoridades chilenas a evacuar a más de 6.500 personas de la zona y a declarar alerta ambiental inclusive en localidades a cientos de kilómetros del macizo.
En los cuatro días de erupción, el volcán —ubicado a unos 900 kilómetros al sur de Santiago— llegó a arrojar unos 210 millones de toneladas de ceniza en su entorno inmediato, según datos del Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin).
“Se han observado explosiones secundarias esporádicas correlacionadas temporalmente con señales sísmicas asociadas con movimiento de fluidos al interior del volcán”, dijo en su último informe la Oficina Nacional de Emergencia (Onemi).
Las autoridades mantienen alerta roja en la región de Los Lagos, de importante actividad turística y agrícola, con un radio de exclusión de 20 kilómetros en torno al cráter del volcán, un macizo de 2.003 metros de altura. La gran cantidad de cenizas que ha caído en la zona y en otras áreas a causa de los vientos elevó las preocupaciones sobre posibles problemas de salud para personas y sus animales en este sentido.
“Cayó harta arena en todas las casas. Los animales no tienen qué comer. Hay vacas y ovejas que no tienen nada, y si no las sacan de ahí, van a morir. Nosotros nos vamos, por la salud de mi hijo”, dijo Raúl Cárdenas, uno de los últimos evacuados, para algunos medios chilenos.
Los expertos temen que el material inestable acumulado en la parte superior del macizo y en sus laderas pueda arrastrado por lluvias, dando origen a nuevos y destructivos aluviones volcánicos a lo largo de los ríos. Según el Sernageomin, estos corrimientos ya han destruido puentes y casas y han dañado atractivos turísticos de la zona, lo que podría empeorar si se cumplen los pronósticos de lluvias para las próximas horas.
Se mantiene la alerta médica en varias de las provincias cercanas al volcán, e incluso ayer se declaró una preemergencia ambiental en la ciudad chilena de Los Ángeles y sus alrededores.
