El secuestro, la extorsión y el robo crecieron durante el primer año de mandato del presidente Enrique Peña Nieto, según puso de manifiesto una encuesta del Instituto Nacional de Estadísticas y que pone en tela de juicio las cifras del Gobierno sobre una “tendencia a la baja”.
La tasa de delitos cometidos por cada 100.000 habitantes creció de 2012 a 2013 un 18,3%, es decir de 35.139 a 41.563 casos, según la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre seguridad Pública 2014 (ENVIPE).
“Prácticamente todos los delitos crecieron de un año a otro (…) los números hablan”, explicó Adrián Franco, director de estadísticas de gobierno, seguridad pública y justicia del Instituto Nacional de Estadísticas y Geografía.
Se estima que el año pasado hubo 123.470 víctimas de secuestros en el país, frente a las 94.438 de 2012, mientras que los casos de extorsión pasaron de 7.585 a 9.790. En el caso específico del secuestro, hubo personas que incluso fueron víctimas de este delito en más de una ocasión, añadió Franco.
En su segundo informe de Gobierno, Peña Nieto, quien asumió el cargo en diciembre de 2012, dijo que delitos como secuestro y extorsión mostraron una tendencia a la baja.
Desaparecidos
Los datos se hacen públicos en un momento crítico en el que decenas de estudiantes continúan desaparecidos desde el pasado fin de semana tras unas horas de extrema violencia en el estado de Guerrero debido a un ataque de la Policía. Nada se sabe de la suerte de unos 40 jóvenes, muchos de ellos probablemente huidos y escondidos de posibles represalias y en la medida en que pasan las horas se hace más difícil mantener la esperanza por parte de familiares y amigos. Todos ellos están movilizados para obtener información acerca de su paradero.
La versión oficial sobre la violencia en el país sigue siendo la misma. “Con la Estrategia Nacional Antisecuestro, en los primeros siete meses de 2014, el secuestro bajó un 6,8%, respecto a 2013. En ese lapso, la extorsión se redujo 20%”, dijo el presidente en un discurso.