El Unami Venta Magullo volvió durante la tarde de ayer a hacer de su casa un bastión para acabar ganando con comodidad a uno de los equipos más competitivos de la categoría, el Maristas de La Coruña.
Ya avisaba en la previa del encuentro la entrenadora del conjunto segoviano, Esther Muñiz, de que al Maristas le costaba jugar por dentro y que su juego se centraba más bien en el contraataque, circunstancias que supieron aprovechar las jugadoras del Unami sabiamente, durante el encuentro.
El choque comenzó con ganas por ambas partes,pero las visitantes salieron con más acierto de cara al aro e iniciaron la disputa con un parcial de 0-8. Abrió el marcador para las locales Larrazábal, anotando un triple, y el partido llegó en el ecuador del primer cuarto a un tiempo muerto que cambiaría la dinámica inicial.
A partir de ese momento apareció la defensa y la entrega que caracteriza a las de Esther Muñiz. Las coruñesas casi no conseguían entrar en la zona local y cuando lo hacían se topaban con la corpulencia de la nueva incorporación, ‘Suchi’, y con la aguerrida defensa del resto de las componentes, y en especial de Esteve. Las visitantes tuvieron que basar su ataque en el lanzamiento exterior durante los minutos siguientes, y solo consiguieron meter una canasta desde el citado tiempo muerto hasta el final del primer cuarto, al que se llegó con un marcador de 6-10 para el Maristas.
El segundo parcial sería el que decantaría la balanza a favor de las de Muñiz. El período empezó con una canasta para el Unami que respondería el Maristas, pero volvieron a aparecer los errores en los lanzamientos exteriores de las coruñesas, que además de no estar acertadas de cara al aro no encontraron ninguna alternativa para intentar hacer daño a la defensa segoviana.
Las canastas empezaron a entrar del lado local, y aparecieron las más anotadoras del equipo; Nerea, Elena y Alicia, que con los numerosos e importantes rebotes obtenidos por Suchi que llevaron a las del Unami a poner tierra de por medio, terminaron la primera mitad con 17 puntos de diferencia(37-20).
Con esa diferencia, las locales solo tuvieron que jugar con el marcador y el minutero a su favor y cada vez que el Maristas lograba recortar algunos puntos, la ventaja solía volver a su punto inicial. Las gallegas fueron saliéndose del partido poco a poco y acabaron más preocupadas por las decisiones arbitrales que por recortar la distancia y por buscar alguna alternativa en ataque.
Cabe destacar la presencia de Suchitel Ávila que convirtió el que hasta ahora era el punto débil de las chicas de Esther Muñiz, el rebote, en uno de los puntos fuertes y además hizo una gran anotación, aprovechando su superioridad en el poste bajo y también la ausencia de Cubric, que no disputó un solo minuto, por decisión técnica.