Tras la victoria obtenida el pasado fin de semana ante el Tordesillas, el Unami sumó su segundo partido consecutivo sin conocer la derrota después de empatar sin goles frente al Almazán en un campo de La Arboleda que tradicionalmente no se le suele dar bien al conjunto segoviano, que sin embargo en esta ocasión realizó un buen trabajo, consiguiendo mantener la portería a cero, y dejando la sensación de que si hubiese tenido un poco más de claridad en los metros definitivos, no se le habría escapado la victoria.
Las lluvias caídas sobre la localidad soriana habían dejado el terreno de juego más rápido de lo normal, un hecho que vino a favorecer el juego de toque del Unami, que en los primeros cuarenta y cinco minutos fue el dominador del partido, superando en algunos momentos con claridad a una defensa local que trataba de mantenerse firme. Aunque, salvando un par de acciones de Seta y Alex, las ocasiones de gol no fueron claras en exceso, el Unami tuvo el partido perfectamente controlado en esta primera parte, solventando con una buena defensa los intentos del Almazán de sorprender a Mario, en algunas ocasiones incluso con lanzamientos desde más cerca de la línea del centro del campo que de la frontal del área segoviana.
Tras el descanso, las fuerzas se nivelaron, porque el conjunto dirigido por Tito Domingo aceptó el cuerpo a cuerpo que le propuso su oponente, que con un juego directo pretendía llegar a la zona de ataque corriendo escasos riesgos en el centro del campo. El encuentro pasó de ser de ida y vuelta, pero con los dos conjuntos bien armados en defensa, porque el Almazán atacaba con cuatro jugadores, mientras que los otros seis se dedicaban con más ahínco a las tareas defensivas. Por su parte, el Unami tampoco quería perder el punto por arriesgar de más, y aunque continuó amenazando el marco de Diego, tampoco quiso complicarse demasiado la vida, sumando un punto más que le permite mantenerse con una cierta tranquilidad en la clasificación.
