El Unami sacó adelante su compromiso ante el Simancas en un encuentro de lo más intenso en su primera parte, el tiempo que le duró el fondo físico al equipo visitante, y bastante más plácido en la segunda, cuando en apenas cinco minutos el equipo de casa pasó del 4-2 al 7-2 que dejó finiquitado el choque.
La victoria segoviana se construyó bajo cuatro pilares en el primer período. El primero de ellos fue la actuación de Estela bajo los palos, con varias intervenciones extraordinarias que mantuvieron vivo al Unami en los momentos más complicados del choque, cuando la defensa local era tan baja en su intensidad que cualquier envío en largo se convertía en un ataque en superioridad.
El segundo de esos pilares fue la ambición de Guti, la capitana del equipo, que puso toda la intensidad que pudo sobre la cancha, con pocos minutos de descanso en el primer período, y prácticamente nada en el segundo. Laura, con sus aciertos y sus errores, pero siempre dando la cara, fue el tercer pilar del Unami, mientras que el cuarto hay que encontrarlo en la figura de Vane, que apareció cuando peor lo pasaba el equipo para poner intensidad defensiva, y goles cuando fue necesario, como el 4-2 a 12 segundos para el descanso que significó el principio del fin para el Simancas.
El equipo vallisoletano jugó una primera parte muy inteligente, sin cerrarse atrás en exceso, y buscando los balones largos para desarmar la presión de un Unami que acusaba demasiado las rotaciones, pero que a base de voluntad, y con algunos chispazos de calidad en las acciones, logró pasar del inquietante 1-2, y recibiendo claras ocasiones del rival, al 4-2 con el que se acabó el primer tiempo.
En la segunda parte el equipo visitante salió aún ‘groggy’, y de ello se aprovechó el cuadro local, que en cinco minutos despachó el partido anotando tres goles de bella factura. Con el 7-2 en el marcador se esperaba que el técnico del Unami comenzara a repartir los minutos, pero en cuanto el Simancas colocó a Elena como portera-jugadora, a trece minutos para el final, las rotaciones fueron prácticamente inexistentes, y el quinteto titular defendió el cinco para cuatro hasta el final del choque, marcando dos goles más gracias a dos robos de balón de Laura, que pudieron ser más si Estela hubiera acertado con dos lanzamientos desde su portería. Habría sido, sin duda, el colofón a su gran partido.
