Mensaje de agradecimiento, de aliento y de futuro a los católicos de todo el mundo desde el balcón de Castel Gandolfo, en la última aparición pública de Benedicto XVI como Santo Padre. «Me gustaría con mi corazón, amor y oración, con todas mis fuerzas interiores trabajar aún por el bien común, el de la Iglesia y de la humanidad y me siento muy apoyado por vuestra simpatía. Vamos a avanzar adelante por el bien de la Santa Sede y del Mundo», indicó pasadas las 17,30 horas de ayer.
El Pontífice se mostró «feliz» por estar con los fieles, que se reunieron en la plaza de Castel Gandolfo para escuchar las últimas palabras del Papa, que apenas duraron tres minutos.
«Ya sabéis que este es un saludo distinto a los anteriores, ya no soy Pontífice, lo soy hasta las 20.00 horas, pero ya no más. Soy simplemente un peregrino que inicia la última etapa de su peregrinaje en esta Tierra».
Finalmente, el Papa bendijo «de corazón» a los presentes, les volvió a dar las gracias y les deseó buenas noches a todos los presentes, que no dejaron de aplaudirle y vitorearle desde que apareció en el balcón.
Benedicto XVI había aterrizado en el palacio de Verano a las 17,25 horas, donde fue recibido por diferentes autoridades vaticanas y políticas de la localidad.
Emérito
Desde las ocho de la tarde de ayer, Benedicto XVI pasó a ser Papa Emérito o Romano Pontífice Emérito. A partir de entonces, seguirá vistiendo de blanco, pero sin el pequeño mantel rojo característico de los Papas y sustituye sus zapatos rojos por otros marrones que le regalaron en su viaje a México. Desde esa hora, dejó de usar el anillo del Pescador, que será inhabilitado por medio de alguna incisión a través de una raya o por medio de la inscripción de una cruz.
Dentro de dos meses, el Papa se trasladará a vivir al convento Mater Eclesi, en el Vaticano, donde residirá «desaparecido» para el mundo, tal y como él mismo ha asegurado.
Unas 2.000 personas se congregaron ayer por la tarde en la Plaza de San Pedro para contemplar, desde las pantallas de televisión allí instaladas, cómo Benedicto XVI dejaba la Santa Sede.
