El tramo en firme de adoquín de la avenida de Padre Claret, coincidente con el aparcamiento subterráneo, deberá ser sometido a una reparación integral para zanjar los hundimientos en la calzada como consecuencia del constante paso de vehículos. Así se lo ha transmitido ya el Ayuntamiento de Segovia a la empresa Isolux-Corsán, que ejecutó el aparcamiento y las obras de reurbanización del avenida, tras comprobar cómo las sucesivas obras de reparación en la calzada se han demostrado ineficaces.
De momento, el Ayuntamiento ya ha decidido adoptar una medida contundente: prohibirá el paso de todo el tráfico pesado, es decir, de todos los vehículos de más de 3,5 toneladas, a excepción de los autobuses urbanos, con el fin de proteger el firme y frenar su deterioro, según señaló a EL ADELANTADO el concejal de Tráfico y Transportes, Alfonso Reguera. En consecuencia, todos los camiones, autobuses turísticos y de servicio discrecional serán, en breve, desviados, en sentido de bajada, por la calle de San Gabriel, una vía que, por otra parte, ya soporta un tráfico intenso.
Ayuntamiento y empresa discrepan sobre las causas que han provocado que un tramo que se reurbanizó hace menos de cuatro años (la obra fue inaugurada en el verano de 2009) deba ser reparado, previsiblemente al completo. El Gobierno municipal, apoyado en las tesis de los técnicos municipales, consideran que la obra de pavimentación «está mal ejecutada» porque no aguanta el peso de la circulación. Sin embargo, desde la empresa sostienen que existe un problema de distribución de cargas; es decir, que el proyecto de ejecución contenía algunos errores de cálculo sobre el peso y número de vehículos que iban a circular por este tramo de la avenida de Padre Claret.
Como fuere, Reguera, que considera que la reurbanización de la calle fue mal ejecutada, mantiene que «lo que está claro es que se va a tener que levantar, no sabemos si todo el tramo o solo en determinadas zonas (…) tendrá que hacerse otro arreglo importante».
El Ayuntamiento considera que la empresa, como responsable de la obra, debe afrontar la reparación; y, en este sentido, redoblará las conversaciones para que se ejecuten las obras en el menor tiempo de plazo posible. «De momento, vamos a limitar el paso de vehículos pesados y hablaremos con la empresa, lo tienen que arreglar», afirmó ayer el concejal. «La circulación macha el pavimento y termina por moverlo, se mueven los adoquines, las alcantarillas (…) hay que levantarlo todo y volver a recolocarlo», añadió.
Apenas un año después de la inauguración del parking y de que el tráfico regresara a la avenida, los empresarios de la zona lamentaban que las ‘prisas’ por acabar las obras de reurbanización hubieran obligado a acometer obras posteriores de reparación del pavimento y rejillas.
Días antes de que se inaugurara el parking y se abriera al tráfico Padre Claret, un tramo ya construído de la nueva avenida tuvo que desmontarse para ampliar la anchura de la calzada y garantizar el paso con seguridad de los autobuses urbanos. En agosto de 2009, el Ayuntamiento ordenó a la empresa la modificación de un paso de peatones. Se comprobó que la pendiente de la rampa era demasiado inclinada, provocando que los vehículos que circulaban por la zona, especialmente los autobuses, rozaran en el pavimento. Se cortó el tráfico una semana. En diciembre de aquel año, el cierre de la avenida se prolongó dos semanas, para reparar el marco de una de las rejillas de ventilación del aparcamiento. La avenida volvió a cerrarse al tráfico otra semana en el verano de 2010 para permitir nuevas obras de reparación: de pavimentación de unos de los pasos de peatones y de las rejillas de ventilación.
Por otra parte, el concejal aseguró que la decisión de prohibir el tráfico pesado por el tramo adoquinado de Padre Claret se adoptará en breve y señaló que los técnicos municipales habían dado el visto bueno a que fuese desviado por la calle de San Gabriel.
Lo cierto es que la circulación de vehículos de grandes dimensiones por la calle de San Gabriel puede entrañar algunas dificultades. De hecho, ha habido autobuses de grandes dimensiones que han tenido que parar su marcha y esperar a que pasase el tráfico de subida para poder tomar una de las curvas, dado que necesitaban ocupar el otro carril para hacer esta maniobra.
Por la calle de San Gabriel
Salvo los autobuses del transporte público, todos los vehículos pesados serán desviados por la calle de San Gabriel, una vía que soporta una gran intensidad de tráfico en ‘horas punta’. Tras la construcción de la rotonda junto al antiguo parque de bomberos, los segovianos ya se han acostumbrado a utilizar esta calle, que ha permitido alejar un importante flujo de vehículos de los pies del Acueducto. Para alejar el tráfico del monumento, el Ayuntamiento proyectó una vía de alta capacidad, paralela a San Gabriel, que atravesaría el parque del cementerio; un proyecto que la crisis económica ha aparcado.
