Trinidad Jiménez no está sola. El secretario de Estado para el Deporte, Jaime Lissavetzky, presentó ayer sus poderes como candidato -único, de momento- del PSOE para conquistar el Ayuntamiento capitalino el año que viene y, de paso, soltó un gancho de derecha al actual secretario general del PSM, Tomás Gómez -que estaba en la rueda de prensa-, y rival de la ministra de Sanidad: «Ella y yo somos un tándem ganador». Eso sí, los dos aspirantes no van a colgar las botas, renunciando a sus departamentos -y sueldos-. Lo tendrá que decidir el míster, ya se sabe, el presidente Rodríguez Zapatero. Al menos así lo aseguró aquél.
«Por supuesto, con el secretario general del PSOE, cuya confianza y apoyo agradezco, y también con muchos dirigentes socialistas, ciudadanos, mi familia y amigos tomé esta decisión. He meditado durante mucho tiempo, porque no es una decisión de hace un mes o dos sino algo que estaba ahí. Y si mis compañeros me quieren al frente de la candidatura me tienen a su disposición. Yo me siento preparado y dispuesto para ser alcalde de Madrid si mis compañeros y los ciudadanos lo deciden así», afirmó el dirigente socialista, para luego admitir que forma un «tándem electoral» con Jiménez, a la que dijo que apoyará y votará en las primarias frente a Gómez y con la que ha coincidido al decir que su decisión de presentarse es «personal».
Mientras, la aspirante a encabezar la candidatura del PSOE a los comicios de la Comunidad de Madrid, Trinidad Jiménez, aseguró que ella -y no José Blanco, como se había afirmado desde distintas fuentes- es «la única persona que está llamando» a alcaldes, dirigentes y militantes del partido para recabar apoyos porque ésa es su «obligación». Así, se refirió a las informaciones que apuntan a supuestas presiones recibidas por los firmantes del manifiesto de apoyo a Tomás Gómez.
Desde muy diversos sectores se ha acusado a la dirigente socialista de desatender su cartera. Y es que los Presupuestos Generales del Estado se acercan y hay una serie de puntos, como las partidas o el copago, que son vitales.
En este sentido, Lissavetzky, en un encuentro con representantes de los medios deportivos, a los que calificó de «amigos», sostuvo que, pese a su «disponibilidad» para ser el candidato, seguirá en su actual cargo trabajando «a tope» y «con los cinco sentidos». Así, reconoció que le quedan «cosas por hacer» como «terminar reformas legislativas», citando la Ley del Deporte Profesional y la Ley Antidopaje, además de otros «relativamente importantes» y que le «dolerían mucho en el corazón no ir» como la final de la Supercopa de Europa con el Atlético o el Mundial de Turquía.
Mientras, desde el Ejecutivo regional, el consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Javier Fernández-Lasquetty, recordó que los dos precandidatos «ya se han presentado a elecciones en Madrid y las han perdido». En Génova no se lanzaron desafíos boxísticos. El portavoz de Economía del PP, Cristóbal Montoro, pidió al Gobierno que se deje de primarias, en alusión al proceso abierto en Madrid, y convoque elecciones generales para poder «acometer» la crisis económica. De este modo, recalcó que Rodríguez Zapatero no está para liderar al país en una situación muy preocupante que sigue ahí, «con grandes dudas sobre la recuperación», y esa es la tarea «prioritaria y única» que debería realizar en lugar de estar «entreteniendo» el mes de agosto con este polémico proceso.
