El grupo teatral Taller Cultural de Fuentepelayo ha viajado por diversas ciudades de Portugal para poner fin a su larga temporada artística. Este colectivo estuvo acompañado de un nutrido grupo de simpatizantes y familiares del propio elenco. Durante cuatro días recorrieron distintos emplazamientos próximos a Oporto. En primer lugar hicieron una larga parada en la ciudad de Aveiro para conocer sus típicos canales y la zona turística y de playas de esa ciudad del litoral.
El destino principal se fijó en Oporto. La expedición se alojó en un hotel del centro histórico de dicha ciudad, lo cual facilitó el conocimiento exhaustivo de los principales puntos de atención turística de la ciudad.
La excelente climatología permitió a la expedición disfrutar de un paseo en barco recorriendo la totalidad de puentes que atraviesan el Duero hasta llegar a su desembocadura en el mar. Una nueva forma de conocer la ciudad observando la zona de la Ribeira, espacio catalogado como Patrimonio de la Humanidad. El Grupo Teatral, dadas sus connotaciones en torno a la literatura, quiso conocer la librería Lello e Irmao, un espacio de ensueño que ha servido de escenario para rodar algunas escenas en películas como “Harry Potter”. También tuvieron tiempo de pasar a la otra orilla del Duero para callejear la ciudad de Vila Nova de Gaia, localidad donde están situadas las bodegas de vino de Oporto. Hicieron sendas visitas a las Bodegas Sandemán y Ferreira e incluso participaron en catas de sus famosos caldos.
La ciudad de Braga también fue uno de los centros de interés del grupo teatral y en concreto dos de sus monumentos más representativos, el santuario de Bom Jesus do Monte, con sus escaleras barrocas salvando un desnivel de más de cien metros, y la Catedral, que por derecho propio es uno de los templos más importantes del barroco portugués.
Y no podía faltar el conocimiento y degustación de su gastronomía y de su música. Los platos típicos en torno al bacalao y los arroces conformaron buena parte de los menús cotidianos. Y lo mismo sucedió con los fados, que se convierten en un homenaje a los sentimientos.
