Desde que el pasado domingo, en la localidad eslovena de Velenje, se convirtiera en el sexto mejor atleta de campo a través de toda Europa –además de lograr el bronce por equipos con la Selección Española–, los últimos días están convirtiéndose para Javier Guerra Polo en un ir y venir de felicitaciones y merecidos reconocimientos. El fondista quiso compartir con EL ADELANTADO DE SEGOVIA unos minutos para realizar una entrevista en la Alameda del Parral, uno de sus lugares preferidos de la ciudad para realizar sus entrenamientos.
¿Cómo está transcurriendo esta semana tan especial para usted?
Ahora estoy asimilando lo que me sucedió en la carrera del domingo, y dándome cuenta cómo este sexto lugar ha supuesto algo muy importante para mí, sobre todo un cambio a nivel motivacional, porque he visto la luz después de estos meses de atrás en los que he estado lesionado. Además, todo esto me debe servir para afrontar con fuerza nuevos retos a base de trabajo y esfuerzo.
Su recuperación ha sido casi milagrosa y, además, en muy pocos meses. ¿Cuál ha sido el secreto?
Mi plan de recuperación me lo tomé muy en serio desde el principio, sacrificando el verano con sesiones de mañana y de tarde. Sabía que tenía que ser muy profesional en ese sentido, y me dediqué a hacer mucha bicicleta y natación para mantener el nivel físico. Después, cuando pude volver a entrenar volví poco a poco a acumular kilómetros, con la vista puesta en este Campeonato de Europa, ya que preveía que me iba a dar tiempo a estar listo para competir en él, al tener desde mayo hasta diciembre para prepararme. Finalmente, el trabajo ha merecido la pena y se vio reflejado en Velenje.
¿Cómo preparó los días previos al Campeonato de Europa?
Sobre todo intentas estar tranquilo a la hora de hacer los últimos entrenamientos, procurando descansar y tener la mente puesta en el día de la competición. A pesar de todo, es inevitable acumular nervios, e intentas por todos los medios abrigarte para no caer enfermo, cuidarte físicamente con masajes para evitar cualquier lesión… Es cierto que los días previos son los peores, porque estás deseando que llegue la carrera.
Gracias a la retransmisión en televisión se le pudo ver muy sonriente en la línea de salida. ¿Estaba relajado en esos momentos o la procesión iba por dentro?
Tras los últimos campeonatos intentas aprender de todo un poco, y por ello me he dado cuenta de que tienes que disfrutar de cada uno de ellos. Yo tenía claro que acudía a Velenje a disfrutar de mi quinto Europeo y de la experiencia. Por eso, una vez estás ya en la línea de salida hay que estar alegre y con la mentalidad puesta en que todo va a salir bien. De ahí mi sonrisa antes de empezar.
Y no es para menos, ya que después la carrera que realizó fue extraordinaria.
Esta prueba la tenía bien visualizada en mi cabeza. Con mi amigo Pedro Luis planifiqué desde España cuál iba a ser mi planteamiento. Así, fui tranquilo en las dos primeras vueltas al circuito pequeño, situándome y saliendo desde la parte trasera para, a partir del circuito grande, ir adelantando posiciones. Es cierto que cuando llegué a la parte delantera Bekele ya se había ido, por ello lo que hice fue permanecer en el grupo. Allí me sentí con muy buenas sensaciones, y prueba de ello fue mi gran última vuelta –en la que llegué a ponerme quinto– y el sexto puesto que me ha servido para cumplir un sueño.
¿Quizás se le hizo corto el recorrido? ¿Ha pensado lo que hubiera sucedido si la carrera hubiera sido más larga?
(Risas) Es verdad que, como salí tan tranquilo, las últimas vueltas las corrí con unas sensaciones extraordinarias, porque noté que iba de menos a más, y pensé al acabar “si hubiera una vuelta más, ¿que habría pasado?”.
A nivel individual está clara su satisfacción pero, ¿cuál fue el balance en cuanto a la participación de la Selección Española?
Hubo algo de decepción, porque Ricardo Serrano y Youssef Aakaou no tuvieron su mejor día, como me sucedió a mí el año pasado. Pensábamos que iban a acabar entre los 15 o 20 primeros, lo que nos podría haber acercado a la plata, pero cada carrera es un mundo y hay que tener en cuenta que somos seis atletas y que el bronce es un gran resultado.
Sobre todo con rivales tan fuertes como los franceses, ¿verdad?
Es cierto. Ni siquiera con el segundo puesto de Ayad Lamdassem y con mi sexto lugar pudimos sobrepasar a un bloque tan compacto como el francés. Ya de salida pensábamos que iba a ser muy difícil derrotarles, pero no bajamos los brazos. Fue también una lástima que los británicos adelantaran a Ricardo en la última vuelta, lo cual hizo que nos fuéramos a la tercera plaza.
Una vez terminada la carrera, ¿quién fue la primera persona que le felicitó, además de sus compañeros?
Al acabar me puse enseguida en contacto con mi novia Marta, en cuanto pude coger el teléfono, porque ella me ha acompañado durante estos meses y ha visto todo el trabajo que he tenido que hacer. Luego pude hablar con mis padres, y estaban todos muy ilusionados.
¿Qué tal fue su regreso a España?
Tanto el viaje de ida como el de vuelta sabíamos que iban a ser muy duros, pero el de regreso a España fue peor, ya que después de haber competido nos tocó coger un autobús a las tres de la mañana sin haber dormido nada, luego tomar un avión a las seis y estar cuatro horas en Praga, para llegar a las cuatro de la tarde a Madrid. Fue un calvario, aunque por lo menos yo tuve la suerte de que Segovia me queda cerca de Madrid, pero algunos de mis compañeros les quedaba todavía por hacer un viaje a León, Barcelona o La Coruña.
¿Qué fue lo primero que hizo nada más llegar a Segovia?
Fui a ver a mi novia y estuve un rato con ella, compartiendo la experiencia del viaje. Después me marché a casa, cené un poco y me metí en la cama directamente, porque estaba muy cansado.
Ahora que ha descansado, ¿se encuentra bien físicamente?
Sí. Solo tuve los típicos dolores de después de la competición, pero no han ido a más, gracias a las sesiones de masaje y fisioterapia.
¿Cuáles son sus próximos objetivos a corto y medio plazo?
Continuar con el campo a través, cumplir objetivos con mi club Bikila como el Campeonato de España y la Copa de Europa (que este 2012 va a celebrarse en Castellón). Luego, el segundo objetivo invernal es el Campeonato de España de Cross, que es en Gijón, y en el que Lamdassem no va a participar ya que corre una maratón, por lo que tengo la vista puesta en optar a medalla.