El Producto Interior Bruto (PIB) de Castilla y León se contrajo en 2012 un 1,2 por ciento, tres décimas menos del 1,5 por ciento previsto en los Presupuestos Generales de la Comunidad y dos menos que en España, donde decreció un 1,4 por ciento. La evolución de la economía autonómica fue diferente al comportamiento experimentado por la zona euro y la Unión Europea, que registraron decrecimientos del 0,6 y el 0,3 por ciento.
En el cuarto trimestre, la economía regional intensificó su caída, hasta alcanzar un decrecimiento del 1,8 por ciento, como en España, donde el Instituto Nacional de Estadística prevé una caída del 1,9 por ciento. De esta forma, el PIB autonómico vuelve a cerrar un año en negativo, después de que en 2010 y 2011 creciera un 0,5 y un 0,8 por ciento, respectivamente, según se desprende de los datos de la Contabilidad Regional que hizo ayer públicos la consejera de Hacienda, Pilar del Olmo.
En ese sentido, explicó que el pasado año fue «negativo y malo», aunque señaló que la economía se ha comportado un poco mejor de lo previsto y presentó una evolución menos contractiva que el PIB nacional. Indicó que la región atraviesa la segunda recesión en cuatro años, lo que ha tenido su reflejo en el empleo ya que los puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo se redujeron un 4,1 por ciento, superior al 1,3 de 2011.
Del Olmo explicó que confluyen diferentes aspectos en la evolución negativa de la economía, aunque citó algunos como el aumento de la presión fiscal, la elevada tasa de desempleo y la reducción del gasto de las administraciones, que afectó sobre todo al sector servicios, si bien precisó que no existe una correlación entre esta variable y el crecimiento económico. También, destacó el «deterioro» que ha sufrido el sector industrial y avanzó que las medias de estímulo que se están implantando y las reformas estructurales todavía no han dado sus frutos.
La caída de la economía se fue intensificando a lo largo del año debido al peor comportamiento de casi todos los sectores productivos. El primario experimentó una caída del 3,3 por ciento, en contraste con el aumento del 4,3 por ciento alcanzado en 2011, , debido al descenso de la producción agraria y una desaceleración de la producción ganadera. La industria también experimentó un decrecimiento del 1,7 por ciento durante 2012, mientras que la construcción descendió un 5,8%.
La demanda interna contribuyó en 2,5 puntos a la caída del PIB. En cuanto al sector exterior, se produjo una contribución positiva al crecimiento del PIB, estimada en 1,3 puntos porcentuales, superior a la aportación de 2011 (1,2 puntos). Las exportaciones se desaceleraron y descendieron las importaciones, lo que dio como resultado variaciones del 1,5 por ciento y del menos 0,4 por ciento, respectivamente.
El último trimestre fue «malo» para la consejera ya que la economía cayó un 1,8 por ciento, tres décimas más que en el trimestre anterior y menos acusado que el registrado en el entorno europeo.
Con estos datos, la consejera sostuvo que la Junta está trabajando en medidas para que la Comunidad pueda salir de la crisis. Indicó que este año se ha puesto en marcha un Plan de Empleo, financiado con la bonificación fiscal aplicada en 2012, y acaba de aprobar el proyecto de Ley de estímulos a la creación de empresas. Además, destacó la oferta de suelo industrial de la Comunidad y los beneficios fiscales que mantiene.
