La fiebre del cobre ha regresado a la provincia de Segovia y esta vez ha sido la zona norte de la provincia la principal perjudicada.
El robo del cableado del tendido telefónico en la comarca del páramo mantiene incomunicados, por este medio, a los habitantes de Torreadrada, Castro de Fuentidueña, Fuentesoto y Castrojimeno, al menos.
La eliminación del tenido se produjo este fin de semana y la empresa Telefónica estuvo ayer intentando reparar la avería, aunque por la noche todavía no había regresado el servicio de comunicación a los usuarios. En algunas de estas localidades el problema de falta de línea de teléfono se une a la falta de cobertura de móviles, lo que dificultó las comunicaciones entre los vecinos.
Fuentes de Telefónica reconocieron que les habían sustraído más de tres kilómetros de cableado, aunque no precisaron el momento en que se produjo el robo, y tampoco precisaron el número de abonados que se encuentran sin recibir el servicio.
La sustracción del cable se produce precisamente una semana después de que cerca una veintena de viviendas de la zona fueran robadas. Este fin de semana han continuado denunciándose nuevos sucesos , aunque se desconoce si forma parte del asalto masivo producido en segundas residencias y cuyos dueños han visto lo ocurrido ahora.
La semana pasada, los ladrones entraron en unas 20 viviendas de Torreadrada tras romper el bombín de las cerraduras. En algunos casos había inquilinos dentro, aunque no se enteraron de lo ocurrido hasta la mañana siguiente. Ese fin de semana también fueron visitados el Ayuntamiento y el consultorio médico de la localidad.
Ahora, el robo de los cables aéreos se ha producido entre las localidades de Fuentesoto y Castrojimeno, situadas a ambos lados de la carretera comarcal CL-603 (Aranda de Duero-Segovia).
El robo de cables es una modalidad delictiva que ha tenido un crecimiento vertiginoso y alarmante en todo el país, donde cada año causa millonarias pérdidas a las empresas perjudicadas además de afectar de modo sensible la prestación de servicios públicos esenciales. En principio se orientaba mucho al sector eléctrico, pero las detecciones automáticas de averías facilitan su localización.
La atracción por el cobre había bajado de intensidad en los últimos meses, tras un período en el que fue algo bastante habitual en la provincia. Los peores años fueron los comprendidos entre 2006 y 2008.
El caso más reciente de sustracción denunciado ocurrió en la línea del AVE a su paso por Valverde del Majano en diciembre del año 2011, donde fueron detenidos tres hombres como presuntos autores del robo.
En el año 2010 algunas de las centrales telefónicas afectadas por la sustracción del cableado fueron las de Olombrada —en dos ocasiones—, Fuentesaúco de Fuentidueña, Pinillos de Polendos y San Rafael. En total, los ladrones sustrajeron ese año 2.520 metros de cable de cobre, una cifra que resulta “muy pequeña”, en comparación con la de los años anteriores cuando el precio de la tonelada de cobre alcanzaba en el mercado una cifra récord, en torno a los 5.000 euros. El posterior desplome del precio del cobre —en un año se devaluó más de un 50%— fue un factor clave para explicar el brusco descenso del número de sustracciones, según diversas fuentes. Pero en 2008 sólo Telefónica registró más de 30 robos, lo que supuso la sustracción de más de 31 kilómetros de cableado, en concreto, 31.813 metros, según sus cifras. En algunas ocasiones el tendido repuesto tardó menos de dos días en ser desmontado de nuevo por los ladrones.
En Segovia capital se llevaban incluso el cableado de las farolas preparadas para ser instaladas.
