El Real Madrid se juega a partir de las 20.45 horas (Canal+Deportes) buena parte de su futuro en Euroliga en un partido muy complicado ante el Fenerbahce, líder del Grupo A que, pese a estar ya clasificado para el Top 16, quiere aprovechar la oportunidad de hundir al vigente campeón aprovechando su mal momento y la ausencia de Rudy Fernández.
Medio año después de proclamarse campeón delante de su afición, el Real Madrid atraviesa una situación diametralmente opuesta y el ‘fantasma’ de la eliminación, inconcebible hace unas semanas, ha ido materializándose hasta convertirse en una amenaza real a falta de tres jornadas para cerrar la primera fase. Así, el equipo blanco es colista del Grupo A con dos victorias, una menos que Bayern de Múnich, Estrella Roja y Estrasburgo, y necesita superar a dos de ellos en la clasificación para evitar la ‘penitencia’ de la Eurocup, competición a la que caería en caso de confirmarse la catástrofe.
Antes de visitar al Bayern y recibir al Estrasburgo, el Real Madrid quiere mostrar orgullo de campeón ante el mejor equipo del grupo, un Fenerbahce que ya se impuso en el duelo de ida (77-66) y que está a punto de confirmar el primer puesto, ya que suma dos victorias más que el Khimki.
Sin embargo, deberá hacerlo sin Rudy, que finalmente ha claudicado a su hernia discal y ha optado por pasar por el quirófano, iniciando una convalecencia que le impedirá jugar en lo que resta de año. Además, Trey Thompkins tendrá difícil jugar por un problema en la muñeca derecha y Llull arrastra un golpe del último partido en Bilbao que le ha obligado a entrenarse “con mucha precaución”, en palabras de Pablo Laso.
“Pero tampoco podemos volvernos locos con estas situaciones porque el equipo es el que tiene que dar un paso adelante”, pidió el técnico blanco, necesitado de más apariciones como la del joven Luka Doncic, que lideró el último triunfo ante el Dominion Bilbao Basket trayendo algo de luz al sombrío panorama del equipo.
Por su parte, el Fenerbahce llega en un gran momento de forma, encadenando cinco victorias en la competición continental y con el pase asegurado al Top 16. Además, tiene el primer puesto a mano y lo confirmará ya si gana en la capital española y el Khimki cae en su visita al Estrella Roja.
Curiosamente, Zeljko Obradovic, que ganó la octava Copa de Europa del Real Madrid en 1995, podría convertirse dos décadas después en el verdugo de su exequipo, una posibilidad que a buen seguro no desdeñará conocido su carácter competitivo. Además, le permitiría tomarse la revancha de la semifinal de la última Final Four y en idéntico escenario.
El equipo turco llegará con las bajas Ricky Hickman, Baris Hersek y, sobre todo, del pívot estadounidense Ekpe Udoh por un problema en el tendón de Aquiles, pero recupera a su director de juego Kostas Sloukas para reforzar una plantilla muy competente en la que siguen brillando Bobby Dixon, Jan Vesely o Luigi Datome.
El Laboral Kutxa, a cerrar el pase.- El Laboral Kutxa afrontará su primera oportunidad de clasificarse para el Top 16, para lo cual necesita una combinación de dos resultados que pasa, en primer lugar, por su victoria en casa ante el Limoges (desde las 20.30 horas por Canal+Deportes), al que ya apalizó en territorio francés. Su hipotético quinto triunfo en competición europea, sumado a una previsible victoria del Olympiacos frente al EA7 Emporio Armani Milan en la capital griega, permitiría al Baskonia cumplir su primer objetivo de la temporada a falta de dos jornadas para que termine la primera fase.
Para cumplir con su parte del ‘trato’ ante el colista del Grupo B, que apura sus opciones de clasificación a la siguiente ronda, el equipo alavés contará con el apoyo del Fernando Buesa convertido en un fortín donde ya han caído Olympiacos, Efes y Milan, así como los cuatro equipos que han pasado por Vitoria en la Liga Endesa, incluido el FC Barcelona Lassa.
