El Real Madrid logró doblegar ayer al Milan en un encuentro correspondiente a la tercera jornada de la fase de grupos de la Champions, en el que los de José Mourinho aprovecharon unos buenos primeros 15 minutos para certificar la victoria y allanar su pase a los octavos de final, que lograrán salvo catástrofe.
El conjunto blanco se reivindicó con un triunfo ante un ‘grande’ de Europa gracias a un inicio pletórico. Una falta en la frontal del área fue aprovechada por Cristiano Ronaldo para hacer el primer gol a los 13 minutos.
Cuando los transalpinos todavía no habían asimilado el mazazo, el ‘7’ blanco realizó una gran jugada desde la izquierda y asistió a Özil, quien puso el segundo después de que la pelota rebotara en un defensa. Antes del cuarto de hora, era casi la sentencia.
Con la consigna de reflejar en un partido de alta alcurnia su mejoría mostrada contra el Deportivo de La Coruña y el Málaga, el bando anfitrión no quiso rezagarse a la hora de asediar la portería de Amelia. Encontró la efectividad deseada y no tardó en adquirir una interesante renta.
Como se espera de él, Cristiano Ronaldo lideró a la escuadra de Concha Espina. El extremo portugués recurrió a una de sus especialidades, el tiro a balón parado, para desequilibrar. No satisfecho con ello, utilizó otro de sus recursos habituales, la galopada por la banda, y sirvió en bandeja el tanto a Özil.
Con el trabajo prácticamente hecho de manera rápida, los ‘merengues’ bajaron el ritmo, aunque la presión que realizaban en la salida de balón de los rivales imposibilitaba que los lombardos se sintieran cómodos.
El conjunto de Massimiliano Allegri tardó media hora en aparecer en el encuentro, y lo hizo merced a una falta botada por Pirlo.
El veterano medio envió la bola al larguero y avisó de una posible reacción visitante, que, de todas formas, no se produjo. El ex madridista Clarence Seedorf amenazó con recortar distancias antes del descanso, pero no lo logró.
Tras la reanudación, Gonzalo Higuaín pudo hacer la tercera diana de la noche, aunque su flojo testarazo fue atrapado por Amelia. Con el partido totalmente controlado, el bloque español se dedicó a no pasar problemas en la zaga y a intentar aumentar la cuenta con el inconformismo permanente de Cristiano Ronaldo.
En el minuto 71, Robinho, que se fue del conjunto blanco para convertirse en «el mejor jugador del mundo», fue recibido con una sonora pitada por la parroquia ‘merengue’, que todavía no ha olvidado esas palabras. Sustituyó a su compatriota Ronaldinho.
El ex del Manchester City tampoco consiguió modificar el guión que se estaba escribiendo y, pese a que examinó a Íker Casillas en la recta final con un tiro lejano, apenas inquietó.
Así, la fiesta resultó completa en el Santiago Bernabéu. El Madrid prolongó su pleno de victorias en el torneo y se acercó de un modo casi definitivo a los octavos de final. El sueño de la Décima sigue vivo y, en esta ocasión, parece que existen argumentos para que la hinchada se ilusione con él.
