El Real Madrid se impuso ayer al Mallorca, con Gonzalo Higuaín como protagonista tras marcar un doblete, y se consolidó en la segunda plaza con cuatro puntos sobre el Atlético y a 10 del Barcelona, a la espera de lo que hagan hoy los ‘culés’ frente al Rayo y los ‘colchoneros’ ante Osasuna.
Mourinho volvió a optar por las rotaciones para dosificar a una plantilla que debe llegar fresca al último tramo de la temporada. Sin Di María por lesión y con Pepe en el mediocentro, perdió lucidez pero ganó en agresividad y contención defensiva. Mientras tanto, el Mallorca salía replegado atrás pero dispuesto a utilizar la contra como el arma más poderosa.
Muestra de la vertiginosa capacidad de ataque visitante nació la jugada del primer gol. Centro milimetrado de Giovani desde la banda y remate de Nsue para perforar la meta de Diego López.
Pero, con el conjunto ‘merengue’ por detrás, despertó el ímpetu local. Sin apenas tiempo para digerir el gol, los deManzano se encontraron con el empate encima. Higuaín remató a placer una asistencia de Pepe.
Como aquel que tropieza dos veces con la misma piedra, el Mallorca volvió a hacer daño a balón parado. Esta vez fue en un saque de esquina botado por Giovani, un mal remate de Bigas y el balón que cae en la testa de Alfaro para empujarlo (1-2). Apenas se había llegado a los 25 minutos de encuentro y ya se habían visto tres goles.
Los locales echaban de menos la explosividad de Cristiano y el desparpajo de Modric. Había posesión del balón pero las ideas parecían algo anestesiadas.
Tras el descanso, Mourinho dio entrada a Benzema y a Özil, quitó a Arbeloa y a Morata y situó a Pepe de central. El técnico luso no veía velocidad en el juego y quiso lavar la cara a un equipo espeso. El Mallorca estaba cómodo con el papel de protagonista mientras los blancos no encontraban la forma de hacer cosquillas a la zaga rival. Pero cuando el Real Madrid necesitaba más el gol para entonarse, apareció Cristiano para firmar el empate de cabeza.
En pleno frenesí local, tres minutos más tarde, Modric dio la vuelta al marcador con un extraordinario disparo desde fuera del área. Con el partido alocado, Higuaín anotó su doblete. En ocho minutos había cambiado el guión como de la noche al día. Ahora la pesadilla la vivía el Mallorca y la gloria la disfrutaban los blancos.
Con los tres goles del tirón, el Mallorca estaba tocado y apenas tenía la convicción necesaria para inquietar a Diego López. A falta de 10 minutos para el final, los visitantes parecían haber arrojado la toalla. A base de contras, el Real Madrid buscó el quinto, pero pecó de acierto en los últimos metros. Con el Mallorca tratando de recortar distancias, el francés Karim Benzema cerró la goleada sobre la bocina (5-2) tras un majestuoso pase de Xabi Alonso
