El Real Madrid ganó (72-50) ayer a un triste Virtus Roma y se clasificó, a falta de dos jornadas, para la siguiente fase de la Euroliga.
Los hombres de Messina no encontraron mayor oposición entre los italianos que la que tuvieron hace un mes en la ida, y dominaron en todas las fases del juego. A los dos minutos, el técnico visitante, Matteo Boniciolli, pidió un tiempo muerto, más por el mal juego de su equipo que por la diferencia en el marcador (6-2).
Los blancos llegaron a mantener una renta de seis puntos, pero entre Traore y Datome enjugaron una parte de la misma para llegar tres abajo al final del primer parcial (14-11).
La salida de Mirotic y la velocidad de Llull dieron un estirón en el segundo cuarto que, poco a poco, distanció a los de la capital de Italia. Diferencia que Datome y Dasic evitaron que al descanso fuera mayor (30-22).
En la reanudación, entre Tomic y Llull se bastaron para darle al Madrid su máxima ventaja: 16 puntos en el minuto 22 (41-25) y empezar a encarrilar definitivamente el partido.
Dos triples de Garbajosa y un notable Velickovic con dos tapones seguidos, dieron 21 puntos (51-30) de ventaja a los blancos a falta de dos minutos para el fin del tercer período.
Los locales también se impusieron en el último parcial, de nuevo con Mirotic en la pista, que dominaron por 18-11.
