Cristiano Ronaldo firmó un triplete para llevar al Real Madrid al reencuentro con el gol, con el triunfo y con la calma en la visita del Rayo, que nunca perdió la cara al partido y mantuvo en jaque al conjunto blanco durante 40 minutos, pero que salió excesivamente dañado al final, en cuanto el cuadro de Mourinho hizo valer su pegada.
El técnico portugués pareció hacer un guiño al sosiego, después de las dos frustradas y agitadas salidas a los campos de Levante y Racing, con la inclusión de Raúl Albiol, inédito hasta ahora, y Sergio Ramos, condenado al banquillo en El Sardinero. Ajustes en la defensa, donde repitió el francés Raphael Varane, dadas las ausencias de los portugueses Pepe y Ricardo Carvalho.
Mourinho también insistió con Lass Diarra, con Xabi Alonso en el medio, donde regresó el brasileño Kaká en lugar de Mesut Özil. Aunque llamativa fue, también, la titularidad del argentino Gonzalo Higuaín. Por primera vez esta temporada, Karim Benzema fue apartado del once inicial.
Pero Lass Diarra perdió un balón en el centro del campo nada más comenzar el partido y Raúl Tamudo lo recogió. No lo pensó y disparó desde fuera del área. Íker no lo agarró y el rechace lo aprovechó Michu para adelantar al Rayo en la apertura del encuentro. Apenas se había alcanzado el primer minuto y el bloque blanco contaba ya con otro problema que añadir a una semana de dudas.
El Rayo, de vuelta a Primera ocho años después, era fiel a su estilo. Podía perder. Pero fue honrado con sus principios.
Alimentó el cuadro visitante las dudas de los locales, que al principio jugaron sin chispa. Acelerado y sin orden. Desprovisto de la disciplina táctica de la que presumen los proyectos de Mourinho. La paciencia del público acabó cuando Raúl Tamudo disparó de nuevo en una ocasión clara. Los silbidos llegaron al tiempo que el preparador ‘merengue’ mandó calentar a Özil.
El oficio de Tamudo y el desparpajo de Lass Bangoura afeaban el panorama local. Özil salió a la media hora en lugar de Diarra. La situación cambió. El alemán tuvo el gol en una de las mejores jugadas blancas, pero Dani Giménez despejó a córner. De un mal saque de banda llegó el tanto del empate. Un contraataque culminado con brillantez por Cristiano Ronaldo. El Madrid había tardado 222 minutos, desde el minuto 87 ante el Getafe, en marcar un tanto en Liga. Y ya se hizo con el partido. Fue un acoso a la meta de Dani Giménez. En la última acción antes del descanso, Higuaín adelantó a su equipo en una jugada ensayada. Una falta de Xabi cabeceada por Sergio Ramos y remachada por el argentino a placer.
Pudo neutralizar el marcador el Rayo en la reanudación. El disparo de Michu rondó la línea de Casillas, batido. Pero en la continuación se le fue el choque, cuando una contra acabó con un penalti sobre Kaká que transformó Ronaldo. Los de Sandoval tiraron de orgullo. El tanto de Michu, de cabeza y con suspense, en el segundo palo tras un error defensivo, y la expulsión de Di María, estimularon sus ánimos. Pero un córner rematado con el tacón por Varane echó por tierra la propuesta visitante, dañada aún más con la diana de Benzema, y acentuada con otro penalti transformado por Ronaldo.
