La condición de anfitrión, su juego espectacular y una deuda histórica que se alarga dos décadas cimentan la condición de favorito del Real Madrid, que estos días acoge la ‘Final Four’ de la Euroliga en el Palacio de los Deportes decidido a derrumbar la resistencia de Fenerbahce, CSKA Moscú y Olympiacos.
El equipo más laureado en la historia de la competición no saborea la gloria desde 1995 y esa sequía ha resultado particularmente dolorosa las dos últimas temporadas, cuando alcanzó sendas finales pese a su condición de favorito y donde acabó doblando la rodilla ante Olympiacos y Maccabi Tel Aviv, respectivamente.
En este tercer asalto consecutivo, Pablo Laso sigue contando con una gran plantilla y cuenta con dos nuevas herramientas para cerrar esta ‘maldición’ que él mismo sufrió como jugador y como entrenador: la experiencia acumulada de estos dos reveses anteriores y el apoyo de una afición decidida a elevar a su equipo hasta el cielo.
Tras dos sólidas primeras fases de la competición y eliminar al Anadolu Efes en cuatro partidos, el Real Madrid topará hoy (21.00 horas) con el Fenerbahce, un rival que disputará la primera ‘Final Four’ de su historia y que, aunque parte con el papel de teórica víctima, tiene mimbres para erigirse en todo un aguafiestas.
A la experiencia de Zeljko Obradovic, el entrenador de los ocho títulos con cuatro equipos diferentes, se suma una plantilla peligrosa liderad por el MVP de la temporada regular, Nemanja Bjelica, y el estadounidense Andrew Goudelock. En el horizonte, el sueño de convertirse en el primer club otomano que conquista la Euroliga.
Al otro lado del cuadro, el CSKA Moscú afronta su decimocuarta ‘Final Four’ —récord compartido con el Barcelona— decidido a levantar su séptima Copa de Europa, para lo cual parte como favorito esta tarde (18.00 horas) ante un Olympiacos que ya ha demostrado en los últimos años lo mucho que le gusta protagonizar sorpresas en la competición.
El equipo ruso, el mejor de toda la Euroliga con tan solo tres derrotas en 28 partidos, volverá a presentar una plantilla espectacular con la guinda de Andrei Kirilenko, fichado el pasado febrero, para añadir más munición a un arsenal que ya contaba con el peligro que ofrece Milos Teodosic, Sonny Weems o Nando de Colo.
Como contrincante de los rusos, el Olympiacos, sorprendente verdugo del Barcelona en cuartos de final, que sigue cerrando filas en torno a su líder indiscutible Vassilis Spanoulis, gran dominador en las últimas temporadas y que quiere llevarse la que sería su tercera Euroliga en cuatro años.
