El Racing de Santander, con dos goles de Mohammed Tchité y favorecido por la derrota del Valladolid, logró la permanencia en Primera en un partido que dominó de principio a fin ante el Real Sporting de Gijón y que ganó por 2-0.
El Sardinero se llenó para tratar de dar alas a los locales ante el cuadro asturiano en un partido intrascendente para ellos y vital para los locales, después de haberse complicado la vida en la recta final del campeonato con cuatro derrotas consecutivas.
Finalmente, Miguel Ángel Portugal no pudo contar con los veteranos Gonzalo Colsa y Pedro Munitis, al no estar recuperados de sus respectivas lesiones; y presentó un equipo inicial netamente ofensivo, con Tchité y Bolado en punta. Por su parte, Manolo Preciado salió con una alineación de circunstancias, plagada de suplentes. Con estos mimbres, el Racing salió buscando superar por las bandas a un rival bien plantado en su campo, pero que apenas pasaba del centro del campo.
La primera media hora fue de dominio absoluto de los locales sin que se tradujera en jugadas de peligro. Los cántabros lo intentaban, pero la ansiedad les hacía precipitarse en los últimos metros.
Sin embargo, en el minuto 35 Canales protagonizó una gran internada por el flanco izquierdo, que cortó el Sporting con una falta junto a la línea de fondo Arana la sacó al palo corto para que Tchité cabeceara a las mallas. Con el marcador a favor el Racing jugó mejor y pudo aumentar su ventaja.
Tras el descanso, el cuadro local dispuso de tres ocasiones consecutivas en cinco minutos, pero todas fueron fallidas. Poco después llegó el segundo tanto del Racing, obra de Mohammed Tchité, que le quitó el balón del pie a su compañero Bolado, para anotar sin oposición.
El gol tranquilizó a la afición que, al ver al equipo salvado, aprovechó para pedir a gritos la dimisión del presidente del club, Francisco Pernía, y del técnico.
