El secretario general de los socialistas de Castilla y León, Óscar López, anunció ayer que su partido solicitará en las Cortes regionales la creación de un centro de investigación de la resina, con sede en Coca, con la intención de que tal entidad garantice el futuro de una actividad que consideró “abandonada por la Junta” y que, sin embargo tiene “una gran potencialidad”.
López enmarcó su propuesta en el actual contexto económico nacional, que exige un cambio del modelo productivo, cuya implantación está vinculada a una mayor formación de los trabajadores. “Si se quiere que el sector de la resina tenga futuro, lo más importante es investigar”, sentenció López.
El líder socialista, que inauguró en Coca una jornada titulada “El futuro de la resina, un producto natural”, organizada por el PSOE, subrayó la relevancia de esa industria para la comarca, lamentando “los incumplimientos de la Junta con el sector”. Además, López prometió que las conclusiones de la jornada “serán la guía” de su partido en su intención de que la resina vuelva a convertirse en un sector estratégico de Castilla y León. En ese sentido, el político socialista aseguró que las ideas surgidas en la jornada serán canalizadas por el PSOE, que las presentará en forma de propuesta en las Cortes regionales.
López relacionó el futuro de la resina con el de Castilla y León, defendiendo que un impulso de dicho sector puede contribuir a frenar el problema más grave de la región, el de la despoblación. A ese respecto, lamentó que la Ley de Desarrollo Rural esté “paralizada” en Castilla y León, acusando de tal situación a la Junta. Demandó también la puesta en marcha del Plan de Convergencia, para equiparar el nivel de renta de las nueve provincias, concluyendo con la petición al Ejecutivo de Herrera para que impulse “una verdadera política industrial” que evite “el desmantelamiento de sectores estratégicos, como el de la resina”.
Estancamiento tecnológico.- En las últimas décadas, el mundo rural español ha sufrido una vertiginosa mecanización, que no ha llegado al sector de la resina. “No hemos evolucionado nada”, lamentaba ayer Alejandro Rogero, gerente de la empresa de resineros Rincón de la Vega SAL, quien advertía que este hecho, unido al de los bajos precios —el principal problema de los resineros— ponen en peligro la supervivencia del oficio.
A nivel tecnológico, el método tradicional de extracción de la miera era conocido como el sistema de ‘resinación a muerte’. El pino “se sangraba” haciendo una profunda incisión vertical en la base del tronco, para obtener la mayor cantidad posible de miera. El inconveniente de esta práctica era que el pino quedaba tan maltrecho que se secaba en menos de un año y había que proceder a su tala.
En la segunda mitad del siglo XIX, y proveniente de Francia, se difundió por la comarca el llamado “método Hugues”, o de ‘resinación a vida’, que permite compatibilizar durante varias décadas la extracción de miera del pino con su mantenimiento vivo. La tala del pino se produce de esta manera después de que se hayan resinado todas las caras del mismo.
Durante más de un siglo, hasta que en 1969 se empieza a difundir en España el sistema de ‘pica de corteza’ con estimulación química, el método Hugues fue el empleado. Esta innovación coincidió con una grave caída de los precios, como consecuencia de los altos costes de producción en relación a las baratas importaciones y los bajos precios de los derivados del petróleo.
