El XXXIII Día del Alcázar se celebró un año más con la brillantez acostumbrada en la Sala de Reyes de la fortaleza segoviana, bajo la presidencia del general José Miguel de los Santos Granados, junto al resto de patronos y numerosos invitados, entre los que se encontraban autoridades, colaboradores y empleados del Patronato. El coronel alcaide, Javier Alonso, destacó las restauraciones realizadas en los últimos meses, entre las que destaca la de la Torre de Juan II, recién finalizada, y anunció como próximo reto la de la Muralla Norte.
De los Santos, que recordó que fue alcaide del Alcázar y subdirector de la Academia de Artillería, abrió el acto para manifestar públicamente el agradecimiento del Patronato a sus trabajadores “por la entrega, dedicación y, sobre todo, la ilusión” que ponen en su desempeño.
Entre los datos más relevantes de la Memoria del Patronato, el coronel alcaide recordó que el año pasado el monumento alcanzó récord de visitantes, con más 575.500, un 6,7% más que en 2014. Alonso repasó los acontecimientos más importantes acontecidos en la fortaleza desde junio del año pasado y comentó que, tras la finalización de las obras en la Torre de Juan II, ésta se abrió al público el pasado día 4. Además se han realizado obras de restauración en la Muralla Sur, en la zona del jardín de la Reina Victoria Eugenia.
También informó de la puesta en marcha de un proyecto en gestión de procesos para ganar en excelencia profesional y en productividad y estrategias, así como mejoras tecnológicas para ofrecer una visión global del monumento al visitante.
Medallas El acto se cerró con la entrega de las Medallas del Alcázar, dos de Plata, al general segoviano Juan Vicente Cuesta Moreno, por su contribución al engrandecimiento del Alcázar, y al comandante Óscar Jiménez Sánchez, teniente de alcaide del Alcázar, por impulsar la modernización del Patronato. El empleado Arturo Orejana de Andrés, recibió la Medalla de Bronce del Alcázar por sus más de tres décadas de trabajo en este monumento.
Por su parte, la historiadora Teresa Cunillera recibió la Beca Vizconde de Altamira por un trabajo sobre los frisos del Alcázar.
