Ramón Tamames participa esta tarde en la jornada del Congreso EM+FI de la Fundación Caja Rural, donde hablará sobre si ‘¿Hay
verdadera recuperación económica? Problemas, datos y realidades’. Será a las 20.00 horas en el Parador de Segovia, con entrada libre.
Hoy hablará usted sobre la recuperación económica que el Gobierno defiende. ¿Existe realmente?
Es un tema muy controvertido. Según el Gobierno estamos en plena recuperación económica, pero los grupos sociales no perciben la mejoría. Y es que el Gobierno se fija en las variables macroeconómicas, sobre todo el PIB, que creció el año pasado el 1,4 por ciento y este año puede llegar a crecer el 3 por ciento, y eso no lo dice el Gobierno, sino que lo manifiesta el Observatorio Económico del BBVA, que en general acierta.
¿A qué se debe este crecimiento del Producto Interior Bruto?
Se debe a un aumento del consumo. En el PIB influyen el consumo, que es el 59 por ciento, y la inversión; y el año pasado el consumo experimentó un incremento del 16 por ciento. El crecimiento fue muy fuerte porque bajaron los precios, sobre todo los crudos del petróleo y los combustibles (gasóleo y gasolina), y eso liberó mucha renta para otros consumos. También se crearon 450.000 empleos más y eso significa mayores ingresos privados para el consumo. Además las exportaciones marchan bien. En 2007, antes de empezar la crisis, la balanza de mercancías y servicios supuso un déficit del 10 por ciento, porque estábamos importando mucho, comprábamos fuera todo lo que necesitábamos. Pero ahora estamos nivelados, en 2014 hubo superávit, lo que significa que estamos fabricando en España.
Fabricar aquí en lugar de importar productos de fuera influye también positivamente en la recuperación del país…
Lo más importante es que está cambiando el modelo de desarrollo en España, que antes estaba basado en la construcción, con muy poca exportación. Y ahora tenemos más exportación con un sector constructor que se ha reducido a la mitad (ahora es el 5,5 por ciento del PIB y antes de la crisis era del 11 por ciento). Esto es una muestra de competitividad, que depende tanto de la productividad como del tipo de cambio del euro. La productividad ha aumentado un 25 por ciento por encima de cuando empezó la crisis; y el tipo de cambio se acerca a la paridad del dólar, por lo que es más fácil exportar y las importaciones son más costosas, así que se produce más a nivel nacional. Abandonamos la idea de que España crece solo con la construcción. Ahora crecemos con la industria, las exportaciones, el empleo… y por ello estamos en recuperación y ésta puede reforzarse.
Pero en cuestión de empleo aún queda mucho por hacer.
El compromiso del Gobierno es crear 650.000 puestos de trabajo este año, y eso está dentro de lo posible. En marzo se empiezan a notar los impulsos del turismo y España es la tercera potencia turística del mundo, por detrás de Estados Unidos y Francia. Además, tenemos un turismo que no es nada desdeñable, porque los visitantes se dejan una media de 1.000 euros y España es uno de los destinos que más se repiten. Sin embargo, también tenemos una bolsa de paro del 23 por ciento de la población activa, lo que supone 4,5 millones de parados, y estos perciben menos la recuperación. Pero este año se puede bajar de los cuatro millones de parados.
¿Así que las políticas que está llevando a cabo el Gobierno para salir de la crisis son las correctas?
Creo que es factible lo que promete. Aunque la creación de puestos de trabajo sea con salarios muy contenidos, sobre todo para los trabajadores más jóvenes, lo peor sería no tener trabajo. Además, en los mercados internacionales también se han reajustado a la baja los salarios. Pero la reforma laboral está empezando a crear empleo, se está potenciando la productividad,y ha permitido que miles de empresas sigan abiertas.
¿Qué opina de los programas económicos de los nuevos partidos como Podemos?
Es impracticable lo que proponen, porque todas las medidas que plantean sobre mejora salarial, aumento de impuestos… son incoherentes con una recuperación. Si se suben los salarios no se contrata a gente; si se suben las pensiones, hay que tener en cuenta que mañana habrá muchos más pensionistas y no tantos trabajadores y no se pueden financiar las pensiones con deuda exterior ni con déficit; y si se suben los impuestos a los más ricos, sacarán el dinero de España… Además, estamos en la UE y hay que cumplir el compromiso de déficit, porque si no puede pasar como con Grecia, que está en el desastre absoluto.