«Mariano Rajoy seguirá viniendo y comparecerá en las Cortes, pero no lo hará al servicio de la estrategia que marque nadie para tratar de aliviar su situación procesal». Con esta ambigua afirmación, el portavoz del Grupo Parlamentario Popular en el Congreso de los Diputados, Alfonso Alonso, dejó abierta la puerta a la posibilidad de que el presidente del Gobierno dé explicaciones sobre el caso Bárcenas en el Congreso. De hecho, recordó que será la semana que viene cuando se decidirá si el líder popular comparece en sede parlamentaria.
En este sentido, denunció que «se quiere utilizar el Parlamento para levantar una cortina de humo sobre la situación procesal del señor Bárcenas», que está «levantando una montaña de mentiras» para «no explicar» el origen de los 48 millones de euros que acumuló en cuentas en el extranjero. De esta manera, señaló que las Cortes «no se convocan desde Soto del Real», en referencia a la cárcel madrileña donde se encuentra preso el extesorero del PP.
Por ello, Alonso criticó la posible moción de censura de los socialistas, porque considera que es «utilizar un instrumento para un fin que no tiene», ya que la Constitución contempla la proposición de un candidato como alternativa al Gobierno. A su juicio, «no resulta sensato ni prudente utilizar en este momento esa herramientas por esta refriega política».
En una línea muy similar, en cuanto al posible trámite de confianza, se mostró el presidente del Congreso, Jesús Posada, que subrayó que considera que el secretario general del PSOE está «avanzando un poquito demasiado rápido» al anunciar la presentación de una moción de censura antes de que la Diputación Permanente de la Cámara, donde el PP tiene mayoría, decida el próximo día 24 si apoya o no que Rajoy dé explicaciones en sede parlamentaria por el caso Bárcenas.
Además, recordó que el «protagonista» de este instrumento parlamentario no es el presidente censurado, que ni siquiera está obligado a estar presente en el debate, sino el candidato alternativo que pide la confianza a la Cámara para llegar a la Moncloa.
Más crítico fue el portavoz popular en la Comisión de Economía del Congreso, Vicente Martínez-Pujalte, que puso en duda que Rubalcaba pueda recabar el apoyo de todos los diputados del Grupo Socialista para liderar un nuevo Ejecutivo. «Entiendo que si el señor Rubalcaba presenta una moción de censura es porque se presenta como presidente y lo que no tengo claro es que le voten ni siquiera los de sus propias filas», indicó.
Mientras, la portavoz del Grupo Socialista en el Congreso, Soraya Rodríguez, señaló que la moción de censura es el instrumento de mayor censura política para que el presidente «cumpla con su obligación», y que harán uso de ella si es necesaria ya que el PP «utiliza su mayoría parlamentaria para impedir y bloquear la comparecencia del líder del Gobierno». Además, subrayó que el caso de corrupción que afecta a los populares «hace más daño» a la imagen de España en el exterior que el posible trámite de confianza parlamentario que podrían impulsar desde Ferraz.
Solo UPyD y CC muestran su apoyo.- Incluso antes del anuncio de Alfredo Pérez Rubalcaba sobre una posible moción de censura, el PSOE ya había comenzado a sondear el apoyo del resto de grupos de la oposición a esta decisión. Sin embargo, los contactos no están siendo tan satisfactorios como se esperaba en Ferraz. De hecho, de momento, solo UPyD y Coalicción Canaria (CC) han mostrado públicamente su adhesión al posible trámite de confianza parlamentaria propuesto por los socialistas.
Por su parte, el apoyo de IU, que pide la dimisión de Rajoy y la convocatoria de elecciones, es más dudoso, puesto que ya anunciaron que no se pronunciarán hasta que todo se formalice, una valoración prudente con la que coincidieron ERC, BNG y Geroa Bai. Mientras, desde CiU, que también pide explicaciones sobre Bárcenas, se condiciona el posible voto a favor de la moción a la ‘luz verde’ para la consulta soberanista.
