Cuando enfilaron el último tramo de la avenida de Fernández Ladreda, a escasos metros de la meta, las mujeres que encabezaban la marcha entonaron la jota que popularizó el Nuevo Mester. “Es la moza segoviana, la mujer que yo más quiero, son sus ojos tan bonitos como la lunita de enero…”. El orgullo colectivo de ser mujer y segoviana. El público dejó de curiosear en las casetas de la Feria de Artesanía, se giró y aplaudió a las mujeres, ataviadas con camisetas y pañuelos azules. El gesto se contagió como un reguero por el interior de la marcha y todas las participantes rompieron a aplaudir en un gesto de reivindicación propia.
Las mujeres tomaron ayer la calle para reivindicar su papel dentro de la sociedad, mostrar su solidaridad con las entidades humanitarias que trabajan con niños y adolescentes y, de paso, expresar su respaldo a la candidatura de Segovia a Capital Cultural Europea en 2016. Si el jurado valora la implicación ciudadana, la candidatura se apuntó ayer un tanto, gracias a las mujeres segovianas.
Coincidiendo con el Día de la Madre, en la III Marcha de Mujeres de Segovia, unas 2.500 mujeres participaron ayer en un recorrido por varias calles de la capital, en una iniciativa solidaria, festiva y reivindicativa, organizada por la asociación Amig@s de Segovia.
Las caminantes salieron de la Plaza Mayor, animosas, a las once de la mañana. El alcalde, Pedro Arahuetes, fue el único varón que tuvo cierto protagonismo —a excepción de una docena de voluntarios que colaboraron en la organización—, dado que la marcha solo estaba abierta a la participación del sexo femenino. Y es que Arahuetes tuvo el honor de dar el pistoletazo de salida a la marcha, con el lanzamiento de dos cohetes pirotécnicos.
Pendientes del “chupinazo”, en la primera fila de la marcha se colocaron, en estratégica posición, la subdelegada del Gobierno, María Teresa Rodrigo, las concejalas socialistas Marisa Delgado, Blanca Valverde, Clara Luquero y Paloma Maroto; y del PP, Beatriz Escudero y Josefina García. Alejadas de la cabeza de la marcha, varias filas más atrás, las también concejales del PP, Elena García y María José Uñón.
Todas las edades
Entre las participantes, mujeres de todas las edades. Madres con sus hijas en carritos de bebé, niñas menores, , embarazadas, mujeres jóvenes, de edad madura… y todas con el mismo uniforme, la camiseta azul adquirida con la inscripción. Pocos participantes en la marcha popular no portaban el uniforme; algunos por pura imposibilidad, como el de varias mascotas que acompañaron a sus dueñas en la caminata.
El itinerario sumó algo más de cinco kilómetros. Desde la Plaza Mayor, la “marea azul” recorrió las calles Daoiz, ronda de Juan II, Ezequiel González, Conde Sepúlveda, parque de la Dehesa, Puerta de Madrid, José Zorrilla, plaza de Somorrostro, Independencia, Gobernador Fernández Jiménez, y Fernández Ladreda para alcanzar la meta, en la plaza del Azoguejo, a los pies del Acueducto.
Las mujeres tardaron en completar el recorrido una hora y media. Y en la meta, una sorpresa en forma de bolsa amarilla. Para reponer fuerzas, cada participante recibió un bollo preñao y un refresco. Claro que, el mayor regalo ya le habían hecho las mujeres que formalizaron su inscripción en la marcha, a un precio de siete euros. La recaudación obtenida irá destinada a la asociación Anar, a la asociación de Lucha contra el Cáncer y a Apadefim. La organización no acertaba ayer a precisar los fondos obtenidos, dado que de lo recaudado había que descontar los gastos, entre otros, de camisetas y pañuelos.
Bandera humana
Como ‘colofón’ a la marcha, las mujeres hicieron una contribución más, en este caso a su ciudad. En la Plaza de la Artillería, junto al Acueducto, con las camisetas azules y los pañuelos del mismo color en la cabeza formaron una gran bandera humana de la Unión Europea.
Desde una altura de más de 50 metros, subidos en una grúa, el cámara Julio Misis y el fotógrafo Juan Luis Misis, tomaban las mejores imágenes. Las mujeres formaron la bandera, con las estrellas sujetadas por varones, que también portaban, en el centro, el logo de Segovia 2016.
Antes, el Taller Municipal de Música interpretó el último movimiento de la 9º sinfonía de Ludwig van Beethoven, el Himno de la Alegría, que corearon las mujeres, gracias a la letra que se repartió en octavillas. Algunos fallos de megafonía no empañaron el acto con el que las mujeres expresaron el amplio respaldo de la sociedad segoviana a las aspiraciones de Segovia.