España habría agotado sus reservas pesqueras para 2011 desde ayer, es decir que si los ciudadanos únicamente consumieran pescado de suministro propio, a partir de hoy dependerían del procedente del resto del mundo, de acuerdo al nivel de consumo anual, según un estudio de la New Economics Foundation (NEF) y de Ocean 2012.
El documento Fish Dependence destaca, además, que el país es el mayor consumidor de pescado de Europa y una de las principales naciones pesqueras del mundo. El informe expone el Día de dependencia del pescado de los territorios europeos, un concepto que sirve para explicar a partir de qué día del año cada Estado y Europa en su conjunto comienzan a depender del pescado de aguas extra comunitarias. El citado día para el conjunto de la UE llegará el 2 de julio próximo.
Así, una de las principales conclusiones del análisis es la creciente dependencia de la Unión y, en particular, de España, del pescado que procede de otros países y denuncia «hasta qué punto las naciones comunitarias están importando y exportando la sobre pesca».
De este modo, recuerdan que dichos recursos son renovables, pero según las cifras de la Comisión Europea los 27 capturan en sus aguas más rápido de lo que los peces pueden regenerarse y, por eso, cada vez hay que ir más lejos para comprar el producto de otros países.
Respecto a España, el documento de NEF y Ocean 2012 pone de manifiesto que el 8 de mayo de 2011 fue el día en que comenzó a depender de los pescados de otras naciones y apunta que, al ritmo de consumo actual, toda la pesca nacional se consume en el primer tercio del año, por lo que «aproximadamente dos de cada tres ejemplares consumidos en el país proceden del exterior de la UE».
«La Unión cuenta con unos de los mayores y más ricos caladeros del mundo, pero no hemos conseguido gestionarlos de forma responsable. Para satisfacer nuestro creciente apetito de peces, sobreexplotamos nuestros mares y exportamos la sobrepesca a otras partes del mundo», explicó el coordinador político de Ocean 2012, Miguel Ortega, que añadió que la forma de parar esta tendencia que calificó de «catastrófica» es restaurar las poblaciones de peces europeas hasta niveles que permitan una captura «sostenible», así como consumir «únicamente» lo que podamos capturar de forma segura y procurar la recuperación de las poblaciones pesqueras.
Además, el coautor del informe y miembro de NEF Aniol Esteban destacó que España, junto con Portugal y Francia, lidera la lista de «naciones depredadoras de peces» de la UE y, en ese sentido, considera que es «una pena» que el apetito de los españoles no se acompañe de un mismo nivel de deseo de garantizar que haya pescado en el futuro.
A su juicio, comer más del que pueden producir las aguas comunitarias es «jugar con el futuro» de los recursos del mar.
