En un partido de fútbol en el que los jugadores están casi tanto tiempo levantándose del césped como permaneciendo de pie en él, se puede esperar cualquier desenlace. En un fin de semana como este, plagado de encuentros aplazados por el mal tiempo, los terrenos de juego donde sí se podía jugar, era de esperar que las condiciones no iban a ser las mejores, y así se demostró ayer en el campo de Las Salinas de Tordesillas, donde las bajas temperaturas habían afectado considerablemente a la hierba sobre la que el equipo local ganó, en el último minuto del tiempo reglamentario, a un Club Deportivo La Granja que pudo haberle tocado la lotería de los tres puntos en un choque que pintaba para el 0-0.
Y es que los hombres de José Manuel Arribas no pudieron brindarle la primera alegría de la segunda vuelta al buen número de aficionados que se trasladaron hasta la localidad vallisoletana desde tierras segovianas, y que no dejaron de animar –ni de sufrir– ante los suyos desde la grada.
De esta manera, los veintidós futbolistas iban a tener que luchar, más que con el frío (1 grado positivo de temperatura) con el césped que se levantaba a cada paso y dejaba el piso cada vez más complicado para jugar por abajo. Más preocupados por mantener la verticalidad, ambos equipos tardaron en entrar en el encuentro, y las ocasiones de gol morían antes de nacer en un inexistente centro del campo, por lo que el mayor peligro para los porteros llegaba a balón parado.
Arribas planteó el partido con novedades con respecto al último partido, con una defensa con Yonathan y Álex II en los lados, Pluma y Óscar Herrero en el centro; dejando a Coco como extremo izquierdo, y con Carlos y Domingo (Chechi, con molestias físicas, no pudo salir de inicio) como mediocentros defensivos.
La apuesta de Coco más adelantado funcionó, y por la banda izquierda llegaron bastantes balones, si bien Adrián por la derecha tuvo en sus pies las oportunidades más claras de La Granja por la derecha, la primera en el minuto 11 ganando la espalda a la defensa y, después, la línea de fondo, para provocar un saque de esquina. Y poco tiempo después, el mismo jugador granjeño iba a crear peligro al contragolpe, si bien no llegó a más, ya que la defensa del Tordesillas se replegó con rapidez y todo acabó con un tiro flojo de Chiqui.
Por su parte, los vallisoletanos insistían a balón parado y Abraham iba a disfrutar de una buena ocasión desde lejos, intentando sorprender desde lejos a Yiyo, muy atento para despejar a corner. Y a la siguiente jugada tras el saque de esquina Coco montó la contra, pero perdió el balón y no pudo centrar hacia la entrada de Adrián.
Estas fueron las llegadas, más o menos claras, durante la primera media hora, ya que la tónica general era la de ver resbalón tras resbalón, y golpeos desacertados a la pelota por culpa de las irregularidades del terreno de juego. Precisamente por una caída de Álex II llegaría el Tordesillas por la izquierda, poniendo en apuros a la defensa granjeña hasta que logró despejar el peligro.
El equipo de casa tomó el mando de la posesión en este periodo de tiempo, pero su propio campo estaba también contra ellos, y las llegadas cerca de Yiyo se producían más por errores ajenos que por aciertos propios.
De esta manera, lo mejor que podía pasar es que llegara el final de la primera parte. Pero antes iba a ocurrir el paso inicial para algo que sería crucial para el resultado final: la primera de las dos tarjetas amarillas al granjeño Yonathan.
La segunda mitad iba a empezar fuerte. En la primera acción de ataque del Atlético Tordesillas, su hombre más peligroso en el juego aéreo, Abraham, remató de cabeza hacia abajo haciendo que Yiyo se luciera con un extraordinario y salvador despeje. Y a la siguiente Adrián protagonizó la primera de las llegadas granjeñas al área contraria, con una buena jugada personal por la derecha que acabó en saque de esquina.
El cansancio comenzaba a hacer mella, pero las dos defensas pasaron con buena nota un partido tan complicado para ellos como el de ayer. Pero quien tuvo que luchar aún más si cabe -y desafortunadamente sin recompensa- fue el Club Deportivo La Granja, ya que a partir del minuto 71 se iban a quedar con un jugador menos al ver Yonathan la segunda tarjeta amarilla. Aunque la primera fue merecida, esta segunda amonestación fue mucho más que rigurosa, ya que llegó tras una falta que no suponía peligro para el Tordesillas. En definitiva, un mazazo y toda una prueba de valor de cara a los veinte minutos restantes.
Así, La Granja –con Chechi ya en el campo, sustituyendo a Chiqui– retrasó a Coco al lateral izquierdo, manteniendo a Pluma, Óscar Herrero y Álex II en sus posiciones en la defensa. Después, tras el cambio de Álex por Domingo, se quedó Carlos solo para ayudar a la defensa, y Álex, Chechi y Adrián arriba junto con César Bravo.
Con este planteamiento el conjunto granjeño intentó dar el ultimo empujón en busca del gol. Y lo tuvo muy cerca. Corría el minuto 85 cuando los de Arribas disfrutaron de dos ocasiones para marcar.
La primera, con ventaja en el contragolpe lanzado por Coco y Adri. Y la segunda, la más clara de todo el partido, con una jugada personal de Chechi, que se plantó completamente solo ante el portero, pero se entretuvo demasiado y se empeñó en acabar él mismo la jugada, con el portero ya en el suelo y sin ceder el balón a un compañero mejor situado.
Y cuando todo apuntaba a que el 0-0 iba a ser el resultado final de un encuentro tan feo como el de ayer, el Atlético Tordesillas tomó la última palabra. Ya avisó con un saque de esquina y con un posible penalti por mano de un defensa granjeño en el área, pero la ocasión definitiva llegó en el minuto 90, cuando Pirri fusiló a Yiyo tras recoger un rechace en el área. No hubo tiempo para más.
