El Ayuntamiento de Segovia y la empresa municipal de Turismo pusieron en marcha ayer los actos programados con motivo del vigésimo quinto aniversario de la declaración de Segovia como Ciudad Patrimonio de la Humanidad con un Curso de Historia que analiza algunos de los elementos menos conocidos del Patrimonio de la capital castellana, más allá de monumentos como el Acueducto, el Alcázar, o la Catedral.
Entre otros aspectos, el curso abordó ayer el papel del río Eresma como motor industrial de la ciudad y el amplio Patrimonio Industrial que se desarrolló en su cauce, en forma de molinos de papel y harina y batanes, en una ponencia que estuvo a cargo de Jorge Soler Valencia, profesor del IES Andrés Laguna y experto en Patrimonio Industrial; e Isabel Álvarez González, investigadora del Instituto Geológico y Minero de España.
Álvarez y Soler expusieron algunas de las características más reseñables de las distintas industrias nacidas al amparo del río, además de invitar a los asistentes a un recorrido en imágenes por el cauce a su paso por Segovia, visionando los distintos vestigios que aún se conservan y que con el tiempo incluyeron también fábricas de loza, borra, hielo o electricidad.
Otra de las ponencias desarrolladas durante la jornada de ayer fue la referida a las casas fuertes torreadas de la ciudad, que configuraron su estructura urbana durante la Baja Edad Media y la Edad Moderna. En este sentido Fernando Vela Cossío, profesor de la Escuela Superior de Arquitectura de Madrid, sostuvo que las casas torreadas de Segovia “son un elemento, aunque menos conocido que otros, muy representativo, ya que configuraron la estructura de la ciudad en el siglo XV, además de ser un símbolo de una ciudad económicamente pujante”.
Vela Cossío apuntó que estas casas “nos hablan de esa idea de Renacimiento desde el punto de vista urbanístico, en un momento en que además Segovia tuvo el favor de los reyes, como Juan II, Enrique IV y también los Reyes Católicos”.
Entre los ejemplos más relevantes de esas casas fuertes torreadas, el ponente citó la Casa de Arias Dávila (actual sede de la Agencia Tributaria), el Palacio de los Aguilar (actual Torreón de Lozoya), la Torre de Hércules (actual convento de Santo Domingo) o la casa del Conde Alpuente, en la plaza del mismo nombre. También las casas enclavadas en las antiguas puertas de la muralla, como la Casa de los Picos, la de los Cáceres o la conocida como Casa de Segovia, al final de la calle San Juan.
El curso proseguirá hoy miércoles con temas como la arquitectura románica y la arquitectura gótica religiosa en Segovia o el esgrafiado segoviano. Este seminario es la primera actividad del programa que, durante los próximos siete meses, de mayo a diciembre, servirá para celebrar el vigésimo quinto aniversario de la declaración de Segovia como Ciudad Patrimonio de la Humanidad, que concluirá el 6 de diciembre, fecha de la declaración.
