El ‘Plan Rector de Uso y Gestión’ (PRUG) del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama está cada vez más cerca. El documento, herramienta fundamental para la gestión de este espacio protegido, estará aprobado “a finales de este año o principios del siguiente”, de acuerdo a las previsiones del consejero de Fomento y Medio Ambiente de la Junta, Juan Carlos Suárez-Quiñones, coincidentes con las de su homólogo de Madrid, Jaime González Taboada.
Tal y como ayer recordó Suárez-Quiñones, en aras de conseguir que el PRUG sea “consensuado con todos los sectores implicados”, antes de la tramitación administrativa se están llevando a cabo trabajos previos, tendentes a conseguir un primer borrador.
En ese sentido, el Patronato del Parque Nacional, reunido ayer por primera vez en 2017, recibió información de la labor realizada por distintos grupos de trabajo para elaborar ese borrador.
Para su redacción se están teniendo en cuenta las consultas realizadas a científicos de distintas disciplinas a través de un panel de expertos; las reuniones mantenidas con técnicos de las administraciones públicas implicadas en la gestión del Parque Nacional; y las conclusiones de las más de 600 personas que han aportado sus ideas en las diez mesas temáticas de participación social organizadas en distintas localidades. Además, todas esas propuestas se han enriquecido con las de cualquier persona o entidad interesada en el proceso expresadas a través del buzón de correo electrónico habilitado para la ocasión.
Con todo este trabajo previo, el documento establecerá, entre otras cuestiones, las diferentes zonas en las que se divide el Parque Nacional (de reserva, de uso restringido, de uso moderado y de uso especial); las actividades compatibles o prohibidas en cada una de ellas; las condiciones en las que se podrán desarrollar las actividades compatibles; la normativa general de protección de los recursos naturales; las medidas de prevención o los distintos programas de actuación orientados a la conservación del entorno.
Una vez que concluyan los trabajos previos, el borrador del PRUG se someterá a un periodo de información pública, para que cualquier persona o entidad pueda presentar las alegaciones que estime oportunas, y que serán estudiadas, contestadas y, en los casos que se estime oportuno, incorporadas al documento final antes de su aprobación.
Suárez-Quiñones insistió ayer en su deseo de que el PRUG sea “querido por todos”, dando cabida en el mismo a todas las sensibilidades. Aunque vaticinó que el periodo de información pública ‘formal’ dará comienzo antes de este verano, quiso advertir que desde la presidencia del Patronato, que acaba de asumir él mismo, “no se da tanta importancia a aprobar rápidamente el PRUG como a que el proceso se haga bien y sea participativo”.