El Parlamento Europeo dio hoy luz verde a la ayuda propuesta por la Comisión Europea de 21 millones de euros a la ciudad de Lorca, que contribuirá a la financiación de las medidas de emergencia, socorro y limpieza como consecuencia del terremoto.
El montante aprobado por los eurodiputados, reunidos en Estrasburgo (Francia), ayudará a hacer frente a las medidas urgentes adoptadas por las autoridades españolas para hacer frente a los daños causados por el seísmo.
En concreto, la rehabilitación de las infraestructuras, el alojamiento temporal y los servicios de rescate, las infraestructuras preventivas, la protección inmediata del patrimonio cultural y la limpieza de las zonas siniestradas.
La financiación, que procederá del Fondo de Solidaridad de la Unión Europea, no podrá utilizarse para indemnizar daños causados a la propiedad privada, según las condiciones de este tipo de asistencia.
Los seísmos del 11 de mayo en Lorca causaron nueve muertos, 300 heridos y daños por valor de 1.200 millones de euros.
Sin Reino Unido. El presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, afirmó hoy ante el Parlamento Europeo que la UE no tuvo otra alternativa que el acuerdo alcanzado sin el Reino Unido para un reforzar la disciplina fiscal y atajar la crisis de la deuda soberana que vive la zona euro.
Van Rompuy consideró un momento de «responsabilidad y solidaridad» el respaldo al acuerdo de los socios europeos que no forman parte del euro y destacó el de aquellos países que gozan del derecho de no participar en el euro -como Dinamarca, aunque no mencionó al país directamente-.
Además de Dinamarca, sólo el Reino Unido goza de esta excepción, ya que el resto de los países de la UE al firmar su adhesión se comprometieron también a encaminarse hacia la adopción de la divisa única en el futuro.
«El interés europeo debe ser nuestro único criterio», recalcó Van Rompuy y reconoció que un tratado intergubernamental no fue la primera preferencia, pero aseguró que servirá para hacer obligatorio el pacto fiscal, según el cual los países deberán incluir en sus constituciones un límite al déficit estructural anual del 0,5 % del Producto Interior Bruto (PIB).
«Pido a todo el mundo que sea constructivo y tenga en mente lo que nos jugamos. Nuestro objetivo es reforzar la disciplina fiscal y la coordinación económica», enfatizó.
Van Rompuy subrayó que el tratado gubernamental debe ser negociado con urgencia y esperó que pueda estar listo en marzo.
«Soy optimista, 26 líderes han manifestado su interés en este proceso y reconocen que el euro es un bien común. A principios de marzo como tarde se firmará este pacto fiscal», sostuvo y precisó que «el objetivo sigue siendo incorporarlo en los tratados europeos lo antes posible».
El líder del Consejo Europeo admitió que la confianza en el euro «no puede ser restaurada de la noche a la mañana» y señaló que se trata de «un camino largo», pero aseguró que el Consejo Europeo de los días 8 y 9 de diciembre «es una pieza en ese camino».
Recordó también que entre las medidas acordadas en la cumbre figuran el aumento de los recursos del Fondo Monetario Internacional con 200.000 millones de euros en préstamos bilaterales.
También hubo consenso sobre la necesidad de reforzar los cortafuegos de la UE contra la crisis, por eso se adelantará el fondo permanente de rescate, el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), a julio de 2012 y se combinará durante un año con el temporal, el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF).
