El Parlamento ucraniano nombró ayer al presidente de la Cámara, el opositor Alexander Turchinov, como nuevo jefe de Estado de transición del país, en el marco de una sesión en Kiev transmitida en vivo por la televisión. Previamente, Turchinov llamó a los parlamentarios a formar hasta mañana una coalición que permita crear un «Gabinete de unidad nacional» que gobierne el país hasta las próximas elecciones el 25 de mayo.
Se trata es un político muy cercano a la exprimera ministra Julia Timoshenko, quien el pasado sábado fue liberada tras pasar dos años y medio encarcelada después de una controvertida condena por abuso de poder. Juntos fundaron el partido Patria.
Y es que la Rada Suprema (el Parlamento) aprobó la destitución del hasta entonces presidente Viktor Yanukovich, quien todavía no ha dimitido oficialmente. Por el momento continúa en paradero desconocido, después de que la Policía fronteriza evitase que despegase el avión en el que pretendía volar. En un comunicado, su partido culpó al hasta ahora mandatario y a sus más estrechos colaboradores de la situación en la que se encuentra el país.
Según el nuevo ministro de Interior, Arsen Avakov, en las últimas horas fueron puestos en libertad 64 opositores arrestados durante las protestas. Además, inició investigaciones internas contra 30 miembros del Ministerio de Interior por supuesto abuso de poder, en relación con los brutales enfrentamientos en Kiev entre las Fuerzas de Seguridad y manifestantes que se saldaron con, al menos, 82 muertos.
Por su parte, y ante los acontecimientos, Susan Rice, asesora de Seguridad Nacional del presidente estadounidense, Barack Obama, advirtió de que sería un «grave error» el envío de tropas rusas a Kiev y defendió la unidad de Ucrania. «Una actuación allí sería un grave error. No sería bueno para Ucrania, ni para Moscú ni para Europa ni EEUU que el país se separara. No es beneficioso para nadie que regrese la violencia y se agrave la situación», afirmó.
Mientras, en la capital del país la situación ayer fue tranquila y la oposición vigilaba con patrullas las barricadas de la plaza de Maidan, centro neurálgico de las protestas. Asimismo, miles de personas invadieron la residencia privada de Yanukovich, una enorme propiedad en el campo con una mansión recubierta de mármol, un campo de golf privado y un zoológico en el que varias avestruces enjauladas daban la bienvenida. Los ucranianos se mostraron sorprendidos al observar el inimaginable lujo del que se rodeaba el exmandatario, cuya propiedad ubicada a 15 kilómetros de Kiev quedó abandonada tras su retirada. En el interior de la residencia los visitantes no daban crédito al observar barrocas salas decoradas con iconos de oro y armaduras.
