La expectación suscitada entre la ciudadanía por el nuevo aparcamiento de Padre Claret, que llevó a más de medio millar de personas a asistir el domingo al acto de inauguración de la infraestructura, se mantuvo ayer, en su primer día de funcionamiento, donde fueron muchos los conductores que, aprovechando la semana gratuita, optaron por dejar su vehículo en el parking.
Prueba de ello es que hubo conductores que entraron con su vehículo y salían sin aparcar, en un itinerario casi relámpago, solo por saciar su curiosidad. Y también hubo muchos peatones que accedieron al aparcamiento para conocer el interior de las instalaciones.
La gratuidad durante la primera semana, hasta el domingo 5 de julio, incluído, supone un acertado reclamo y fueron muchos los que aprovecharon esta circunstancia para familiarizarse con la nueva infraestructura.
El aparcamiento, de tres plantas y 543 plazas, de las que 499 son para turismos, alcanzó ayer una ocupación media del 60 por ciento, según apuntaron fuentes municipales y de la empresa concesionaria. Sobre la una de la tarde, el sótano primero estaba casi completa, mientras que en el segundo el grado de ocupación rozaba el 70 por ciento de las plazas. En la última planta, apenas había una docena de coches.
Como era de esperar, se produjeron ciertos desajustes en el primer día de funcionamiento, principalmente por el mal funcionamiento, aunque no en todos los casos, de las tarjetas de salida del parking.
La gratuidad supuso un ingrediente de confusión. Y es que muchos conductores cuando querían salir no pasaban por la máquina para validar la tarjeta que recibían al entrar. Es decir, con los vehículos listos para salir, cuando su conductor introducía la tarjeta, la barrera no se levantaba, y debían abandonar el coche, volver a la máquina de caja o al control central, transformar la tarjeta de entrada en otra de salida y regresar.
Pero además de estas situaciones, fruto del despiste, también hubo fallos en las propias tarjetas, y no en pocos casos. Al menos en una hora, esta circunstancia se repitió hasta en tres ocasiones, desajustes que, en buena lógica, la concesionaria deberá corregir con urgencia.
Como en cualquier otro aparcamiento, al entrar, y detenido el vehículo en la rampa frente a la barrera, se produce primero la lectura automática de la matrícula. Solo después el conductor puede apretar el botón y obtener la tarjeta. Para poder salir, esta tarjeta deberá validarse en las máquinas de cobro. Hasta el domingo, costará cero euros.
El concejal de Tráfico y Obras, José Llorente (PSOE), indicó ayer que ningún coche quedó “retenido o atascado” y que no se produjeron incidentes significativos. «Son los desajustes lógicos del primer día, pero todo ha funcionado muy bien, estamos contentos», indicó Llorente, quien destacó la gran acogida de la infraestructura por parte de la ciudadanía.
¿Y las sensaciones de los usuarios?. La gran mayoría de los conductores que tuvo oportunidad de sondear ayer este periódico coincidían en destacar que se trata de un aparcamiento “muy bien ejecutado”.»Es un aparcamiento de lujo, impresionante», afirmaba ayer Rafael Francisco Estaire. La amplitud de las plazas de aparcamiento y el poco número de columnas, en relación con la amplitud de la infraestructura, son también otros de los aspectos positivos que ayer destacaron los usuarios.
Y en el capítulo de bondades del nuevo parking, las luces que existen sobre cada una de las plazas, roja si está ocupada y verde si está libre. «Esto es una gran ventaja para encontrar desde la distancia una plaza libre», aseguraba Gabriel Gómez, quien, no obstante, se mostraba un poco contrariado con el método elegido para indentificar cada una de las plazas.
Isolux-Corsán ha utilizado un sistema para que el conductor pueda memorizar con más facilidades la zona donde ha aparcado su vehículo. En cada planta, los tramos de columnas están pintados de diferentes colores. Es la primera señal a recordar. Y en cada columna aparece el número de planta y una palabra de tres letras, que se van repitiendo en varias columnas. Las palabras van cambiando siguiendo un orden alfabético. Por ejemplo «1dry», pintado en una columna sobre fondo azul. Se juega con las nemotecnia, un procedimiento de asociación de ideas, esquemas, o repeticiones para facilitar el recuerdo de algo, en este caso de la plaza donde se ha aparcado. «Color, número, letras, parece un psicotécnico, yo preferiría una identificación más sencilla, con números y ya está», afirmó Gómez.
En el capítulo de «defectos», a ojos de varios usuarios, se encuentra también el camino habilitado para los peatones en el interior del aparcamiento. En su opinión, una pintura fluorescente permitiría a los conductores identificar mejor este camino cuando circulen con su vehículo por el interior del parking , con el fin de evitar posibles atropellos . Varios de los nuevos usuarios también mostraron su confusión sobre el acceso a las plantas inferiores, el sótano segundo y tercero. Y es que, por ejemplo, si se accede por la entrada más próxima a la rotonda de los bomberos, hay que recorrer todo el interior hasta el extremo de la Plaza de la Artillería para poder tomar la rampa que conduce a los dos sótanos inferiores.