El Papa Francisco denunció el tráfico de personas y pidió a las instituciones más esfuerzos para erradicar las causas de esta “plaga vergonzosa, indigna de una sociedad civil”.
Durante el rezo del ángelus de ayer, el Pontíficeclamó contra las redes que trafican con “hombres, mujeres y niños”, que los esclavizan y abusan de ellos “como instrumento de trabajo o de placer” y que son muchas veces “mutilados y torturados”.
Así recordó a Santa Giuseppina Bakhita, una religiosa africana de Sudán que de niña fue víctima del tráfico de personas. “Que cada uno de nosotros se sienta llamado a ser voz de nuestros hermanos y hermanas, humillados en su dignidad. Recemos por ellos y por sus familias”, señaló Francisco.
En su alocución, el Papa reflxionó sobre el sentido y el valor de la enfermedad y de cómo la ciencia no puede dar respuesta a las preguntas existenciales. “A pesar de los múltiples avances de la ciencia, el sufrimiento interior y físico de las personas suscita fuertes interrogaciones sobre el sentido de la enfermedad y del dolor y sobre el porqué de la muerte”,explicó Francisco.
Además, destacó que Jesús mostraba una particular predilección por los que estaban heridos “en cuerpo y alma” mientras que recalcó que la Iglesia siempre considera “la asistencia a los enfermos parte integral de su misión”.
Por otro lado,recordó que el próximo 11 de febrero se celebra Jornada Mundial del Enfermo al tiempo que pidió oraciones por el Presidente del Pontificio Consejo para los Agentes Sanitarios (para la Pastoral de la Salud), Zygmunt Zimowski, que según explicó el pontífice “está muy enfermo en Polonia”.
El papa reivindicó ante un grupo de jóvenes scout la necesidad de ir misa antes de visitar este domingo por la tarde la parroquia romana de San Miguel Arcángel, en el barrio de la periferia romana de Pietralata donde también ha visitado por sorpresa un campo de nómadas inmigrantes a los que regaló sacos de dormir.
“Hay alguno que dice: no voy a misa porque estoy cansado. Y yo le digo: “Eres tonto si no vas a misa. Pierdes tú, porque al recibir a Jesús eres más fuerte para luchar en la vida”, comentó Francisco.
Durante la novena visita a una parroquia de la periferia de Roma, el pontífice ha reconocido además que la vida matrimonial es “difícil” pero pidió a las parejas no acabar el día sin hacer las paces.
“Se puede pelear entre marido y mujer, pueden volar los platos, pero no es posible acabar el día sin antes haber hecho paz, al menos con un pequeño gesto”, dijo en esta línea Francisco.
