El Papa Francisco pidió ayer «paz a todo el mundo, aún tan dividido por la codicia de quienes buscan fáciles ganancias, herido por el egoísmo que amenaza la vida humana y la familia, desgarrado por la violencia ligada al tráfico de drogas, la trata de personas y la explotación inicua de los recursos naturales», durante su mensaje después de la Misa del domingo de Pascua de la Resurrección del Señor en la Plaza de San Pedro. Al terminar impartió la bendición Urbi et Orbi.
La celebración comenzó con el rito del Resurrexit, que incluye la veneración de un icono de Cristo Resucitado y la costumbre de la aspersión con el agua bendita en recuerdo del bautismo, como acto penitencial que introduce a la celebración de los santos misterios del Señor.
La proclamación del Evangelio se llevó a cabo solo en latín, y no en griego también como habitualmente se hace, por el deseo del Papa de simplificar el acto. Además, el Pontífice no pronunció la homilía porque, después de la Misa, dio el mensaje pascual en el cual solicitó la paz para el mundo entero.
Así, el Santo Padre pidió por el cese del conflicto «entre israelíes y palestinos, que tienen dificultades para encontrar el camino de la concordia, para que reanuden las negociaciones con determinación y disponibilidad, con el fin de poner fin a un hecho que dura ya demasiado tiempo». También instó a la paz para que en «Iraq finalice definitivamente toda violencia, y, sobre todo, para la amada Siria, para su población afectada por el conflicto y los refugiados que están esperando ayuda y consuelo».
Además, Jorge Mario Bergoglio rezó por África, «escenario de disputas», por Malí «para que encuentre estabilidad», por Nigeria «donde no cesan los atentados, que amenazan la vida de tantos inocentes, y donde muchas personas, incluso niños, están siendo rehenes de grupos terroristas», por el este de la República Democrática del Congo y la República CentroAfricana, «donde se ven obligados a abandonar sus hogares y viven con miedo».
También hizo un llamamiento a Asia, «sobre todo, a la península coreana, para que se superen las divergencias y madure un renovado espíritu de reconciliación». Así, el Papa Francisco reclamó la «paz en general» en un mundo «dividido por la codicia, herido por el egoísmo, desgarrado por la violencia ligada al tráfico de drogas y de personas», agregando: «Paz a esta tierra nuestra para que Jesús Resucitado traiga consuelo a quienes son víctimas de calamidades naturales así como ser custodios responsables de la Creación».
Así, en sus palabras, la cabeza de la Iglesia remarcó que «Jesús ha resucitado, hay esperanza para ti, ya no estás bajo el dominio del pecado, del mal. Ha vencido el amor, ha triunfado la misericordia», y explicó que el evento de la resurrección significa que «el amor de Dios es más fuerte que el mal y la muerte».
Por último, el Papa felicitó personalmente a cada uno de los cardenales y después recorrió los pasillos de la plaza de San Pedro para saludar y bendecir a los fieles que abarrotaban la Plaza de San Pedro. Después se trasladó a la logia central de la Basílica para impartir la bendición Urbi et Orbi, que esta vez no fue dicha en diversas lenguas.
El pecado de los ‘maletines’.- El Papa Francisco asegura que la evasión fiscal es pecado y que el cristianismo «condena con la misma fuerza» tanto al comunismo como al capitalismo salvaje, según se desprende del libro Sobre el cielo y la Tierra (Debate), diálogo entre Jorge Mario Bergoglio y el rabino Abraham Skorka. «Existe una propiedad privada, pero con la obligación de socializarla con parámetros justos. Un ejemplo claro de lo que sucede es lo que pasa con el dinero que se fuga al exterior. El dinero también tiene patria y aquel que explota una industria en el país y se lleva su recaudación para guardarlo afuera está pecando», afirma en la interesante charla.
Por otra parte, el orfebre argentino Adrián Pallarols expresó el pasado sábado que regalará al Santo Padre, de quien es amigo, un cáliz forjado y cincelado en plata, valorado en unos 350 dólares. El artista aseguró que en poco tiempo viajará al Vaticano para concretar el obsequio, tal como acordó el pasado martes durante una charla telefónica que mantuvo con el sumo pontífice. Según comentó, el Papa Francisco le confirmó que recibirá «este año» el cáliz en la ciudad de Roma, aunque lo hará «una vez que acomode su agenda». La relación entre el creativo y el religioso es muy estrecha. De hecho, durante su paso por el Arzobispado de Buenos Aires, ofició la boda de Pallarols y bautizó a su hija. La obra, más pequeña de lo normal, representa la austeridad con la que vive el Obispo de Roma.
