Los Papas Juan Pablo II y Juan XXIII serán proclamados santos, según anunció ayer el Vaticano. Karol Wojtyla y Angelo Roncalli serán elevados a la gloria de los altares y al culto universal después de que hoy el Papa Francisco promulgara el decreto por el que se reconoce un segundo milagro por la intercesión de Juan Pablo II, que consistió en sanar a la mujer costarricense, Floribeth Mora, de una aneurisma cerebral.
El Santo Padre también decidió canonizar a Juan XXIII, sin que se anunciara un segundo fenómeno prodigioso por su intercesión, como contempla la normativa. Ambos beatos serán glorificados el mismo día, según explicó el portavoz de la Oficina de Prensa del Vaticano, el padre Federico Lombardi, que aunque no reveló la fecha exacta aseguró que será a finales de año, y algunas fuentes oficiales barajaban el 24 de noviembre, el término de la celebración del Año de la Fe, o el 8 de diciembre, como posibles fechas para la ceremonia de santificación. Además, el Pontífice rubricó el decreto sobre un milagro del primer sucesor del fundador del Opus Dei, Álvaro del Portillo; otro sobre un milagro de la Madre Esperanza de Collevalenza, María Josefa Alhama (1893-1983); y el decreto de martirio de 42 españoles.
Por otro lado, el Vaticano presentó ayer Lumen Fidei (Luz de la fe), la primera encíclica en la historia escrita por dos Papas, el máximo Pontífice de la Iglesia Católica y su predecesor Benedicto XVI, en la que los Santos Padres aseguran que «la luz de la fe es única, pues es capaz de iluminar cada aspecto de la existencia humana». La fe permite iluminar la vida de las personas y es un regalo de Dios. «Quien cree, ve», afirma la pastoral.
El texto de 88 páginas, dividido en cuatro capítulos más una introducción y una conclusión, está firmado únicamente por Jorge Mario Bergoglio, aunque según el argentino fue escrita en gran parte por Benedicto XVI. «Le estoy muy agradecido por ello», escribió el sucesor de San Pedro. «En la hermandad en Cristo tomo su valioso trabajo y completo el texto con algunas contribuciones».
Lumen Fidei reafirma la supremacía de la fe religiosa de los católicos sobre el conocimiento científico o las creencias políticas y establece que debería «iluminar» áreas como el matrimonio, «entendido como la unión estable entre hombre y mujer».
