Ante la próxima celebración, el martes 5 de junio, del Día Mundial del Medio Ambiente, el director general del Medio Natural de la Junta de Castilla y León, el segoviano José Ángel Arranz, mantiene que la población está cada vez más concienciada de la importancia de las masas boscosas. En el caso de Segovia, la superficie forestal se ha incrementado un 36 por ciento desde el año 1970. Los pinares representan los bosques más característicos, con 151.000 hectáreas. El pino piñonero se extiende por 8.000 hectáreas. Con el pino resinero representan un cultivo con un gran potencial de futuro.
Cuál es la situación de las masas forestales, y en concreto, de los pinares en la provincia de Segovia en cuanto a extensión y producción?
Según el último Inventario Forestal Nacional, realizado en 2002, existen 243.458 hectáreas. arboladas. Esto representa un 35% de la superficie provincial cubierta de bosques, un porcentaje similar a la media nacional (35%) y a la media europea (37%) y sensiblemente por encima de la media mundial (30%). Desde 1970 la superficie arbolada ha aumentado un 36%. Los pinares son los bosques más característicos de la provincia de Segovia y ocupan 151.000 hectáreas o cerca de dos tercios del total. Los más extendidos son los pinares de negral o pino resinero, propios de la Meseta, que tienen en las comunidades de Coca o Cuéllar algunas de las mejores representaciones a nivel nacional de este tipo de bosque. En la Sierra de Guadarrama destacan los pinares albares, con magníficos bosques como los de Valsaín o Navafría, que merecen el reconocimiento de ser algunos de los bosques mejor conservados y gestionados de la península Ibérica y Europa. El pino piñonero ocupa una menor extensión, con cerca de 8.000 hectáreas.
¿Qué papel desempeñan a nivel medioambiental los pinos como especie autóctona?
Los pinos son especies autóctonas y espontáneas en la provincia, presentes desde tiempo geológicos, y con un gran arraigo en la cultura y en el uso de esta tierra. Todos los documentos históricos así lo avalan, y especialmente los documentos medievales de reparto del territorio entre los repobladores cristianos tras la Reconquista, que dieron lugar a las comunidades de villa y tierra, propietarias de la mayor parte de los pinares provinciales.
Su papel medioambiental es extraordinario, pues contribuyen a enriquecer la atmósfera con el oxígeno que respiramos y a retener el CO2 que está provocando el cambio climático. Por otro lado, son fundamentales en la regulación del ciclo hidrológico y en la producción de agua de calidad y contribuyen a la recarga y depuración de los acuíferos del norte provincial. Su papel en la conservación de la biodiversidad y especialmente de especies emblemáticas a nivel nacional y europeo como el águila imperial o el buitre negro, es trascendental. Por último, el paisaje segoviano no se entendería sin sus pinares y el aroma que desprenden, que imprimen un marcado carácter al territorio provincial.
¿Está suficientemente valorada la importancia que tienen los pinares en nuestra Comunidad?
La población de Castilla y León reconoce mayoritariamente el valor de los pinares, tan arraigados en nuestra cultura y en el paisaje. De Guadarrama a Urbión, de Gredos y el valle del Tiétar a los arenales del Duero o los pinares de Oña y Caderechas, los pinares constituyen una seña de identidad de Castilla y León, ensalzados por las plumas de Delibes, Machado o Unamuno. Quizás en comarcas como la Cordillera Cantábrica o Sanabria, en que los pinares fueron destruidos por el fuego y el uso ganadero hace siglos, y por tanto desplazados del paisaje en la memoria colectiva, haya habido un cierto rechazo a las repoblaciones que permitieron su recuperación. Sin embargo, la madurez de las repoblaciones, su puesta en producción de madera y hongos, y su integración en el paisaje, han conllevado una creciente valoración, respeto y aprecio.
