La construcción del primer edificio del Círculo de las Artes y la Tecnología (CAT) está suponiendo un auténtico quebradero de cabeza para el concejal de Empleo y portavoz socialista, Javier Giráldez, que en la mañana de ayer mantuvo, según confesó, la enésima reunión sobre el asunto. Con una inversión prevista de 9,8 millones de euros, la construcción de este moderno inmueble, el denominado Centro de Innovación Empresarial (CIDE), supone uno de los proyectos ‘estrella’ de la legislatura y el que, sin embargo, ha sufrido el revés más importante; ciertamente, por causas, en apariencia, ajenas al propio Ayuntamiento, promotor de la obra, que se financia con un préstamo, a cero por ciento de interés, concedido por el Ministerio de Industria.
A mediados del pasado mes de junio, las obras de construcción del inmueble, que se encontraba a un 82% de ejecución, quedaron paralizadas tras la liquidación de la empresa adjudicataria Volconsa, que en noviembre de 2011 quedó inmersa en un concurso voluntario de acreedores. Un ‘conflicto societario’ surgido en el seno de la empresa forzó su desaparición, para sorpresa de los representantes municipales, que conocieron su desplome el mismo día que concedían una nueva prórroga para concluir la obra.
A contrarreloj
Tras la desaparición de Volconsa y el decreto de Alcaldía que ordenó la apertura del expediente para rescindir el contrato con la empresa ( en virtud del auto judicial que abría el proceso de liquidación de la compañía), el Ayuntamiento de Segovia ha trabajado a contrarreloj y en varios frentes para dar continuidad a los trabajos de construcción del edificio.
El CAT es hoy un gran ovillo, en el que participan diferentes actores, desde la extinta Volconsa y el Ayuntamiento hasta el Ministerio de Industria que, después de dos meses, sigue sin responder a los desesperados requerimientos de los responsables municipales. A la vista del bloqueo de las obras, Ayuntamiento requirió una ampliación extraordinaria del plazo para concluir la obra (que estaba fijado para el 30 de junio), entre 8 y 12 meses. Sin una ampliación del plazo, el servicio municipal de Intervención no puede autorizar ningún gasto y, en consecuencia, la obra no puede reanudarse. Y es el Ministerio de Industria, a juicio del Ayuntamiento, quien debe esclarecer la fórmula que permita reanudar las obras.
Desde el PP se ha advertido que incumplir los plazos del CAT puede tener «consecuencias». Los populares exculpan a Volconsa y atribuyen los problemas asociados a la construcción del edificio al “retraso en el inicio de las obras” y la “mala gestión” del Gobierno municipal. De hecho, han reclamado en varias ocasiones la dimisión de Giráldez.
Liquidación
Pese al inexplicable silencio del Ministerio, el Ayuntamiento no se ha quedado parado, consciente de que es necesario acometer obras, con cierta urgencia, para evitar el deterioro de lo ya construído y que la edificación, diseñada por los arquitectos Juan Carlos Sancho y Sol Madridejos, no se arruine.
El primer paso ha sido liquidar la obra con Volconsa, para lo que disponía de un plazo de tres meses. Este expediente, que comprueba el ajuste de los pagos a cuenta desembolsados por el Ayuntamiento con el coste real de la obra ejecutada, está ya concluído. La liquidación ha supuesto un saldo a favor del Ayuntamiento de unos 2.000 euros, según explicó ayer Giráldez, que anunció que el expediente será sometido a la aprobación del pleno, el próximo 30 de agosto. Cumplido este trámite, el Ayuntamiento abrirá otro expediente, el de reclamación de una indemnización por daños y perjuicios a la administración concursal de la extinta Volconsa; una cantidad difícil de cuantificar a la espera de conocer el pronunciamiento del Ministerio de Industria, y previsiblemente, el de Hacienda.
Obras urgentes
El Ayuntamiento aspira a contratar los servicios de las empresas auxiliares que han trabajado para Volconsa, y ejecutar, en una primera fase, unos trabajos de urgencia. La dirección de obra trabaja en un informe sobre las ‘medidas cautelares’ que debe adoptar el Ayuntamiento para evitar el deterioro de lo ya construído. Este informe desvela los trabajos que restan por ejecutar y, entre ellos, los que deben acometer con urgencia y que el Ayuntamiento pretende encargar a las empresas subcontratadas por Volconsa y sus proveedores. Entre estas intervenciones urgentes estaría, por ejemplo, la consolidación de la zona de la cúpula, hoy sujeta por un gran andamiaje. Toca a los técnicos valorar si las obras pueden declararse como de urgencia, de imperiosa urgencia (que permite un proceso de contratación más rápido) o de emergencia.
El propósito municipal pasaría por contratar, de forma directa, previsiblemente a través de un procedimiento negociado, estas obras más urgentes a mediados del próximo mes de septiembre; y convocar un concurso para adjudicar a una empresa la terminación de la obra.
«Para adjudicar estas primeras obras urgentes no podemos convocar un concurso, que supondría un trámite de unos tres meses y no disponemos de ese tiempo, hay que actuar rápido si no queremos que llegue el invierno y arruine lo construído», apuntó ayer Giráldez.
Lo cierto es que, según admitió ayer el concejal, si el Ministerio no responde a las peticiones municipales y, por tanto, la Intervención no permite gastar los fondos reservados para la obra, el Ayuntamiento deberá sufragar estos trabajos urgentes con recursos propios, con independencia de que con posterioridad pudiera reclamarlos al departamento ministerial.
