El equipo australiano Orica GreenEdge se adjudicó ayer la primera etapa de la 97ª edición del Giro de Italia, una contrarreloj por equipos de 21,7 kilómetros con salida y llegada en Belfast (Irlanda del Norte), mientras que el canadiente Svein Tuft, que encabezó la llegada del equipo oceánico, se convirtió en el primer líder de la carrera. El único equipo español que participa en la ronda italiana, el Movistar, acabó octavo a 55 segundos.
Por detrás de Orica, que tardó 24 minutos y 42 segundos en completar la jornada, quedaron el Omega Pharma-Quick Step belga, a tan solo cinco segundos y el BMC estadounidense, a siete. Peor le fueron las cosas a la principal baza española a la victoria, ‘Purito’ Rodríguez (Katusha), que entró junto con su equipo a 1:33 de los vencedores. Una crono que se caracterizó por la lluvia que cayó en el inicio y que perjudicó a varios equipos, sobre todo los que salieron en las posiciones intermedias.
El catalán tenía pocas ganas de hablar con los medios y tan solo apuntó un par de frases a su llegada a la línea de meta. «Ha sido bastante jodido. Ha sido muy duro, estoy muy cansado».
«Las sensaciones fueron muy buenas, aunque no sé con qué tiempo acabaremos con el resto de los favoritos. Nuestra idea era no perder demasiado tiempo. Justo cuando salimos empezó a llover y perdimos a dos compañeros demasiado pronto, pero al final lo hemos salvado», apuntó Nairo Quintana, líder del Movistar.
En el apartado negativo cabe destacar el abandono del irlandés Daniel Martin (Garmin), que se cayó junto a tres compañeros poco antes de llegar a la meta y abandonó entre gestos de dolor en la clavícula. Hoy se disputará la segunda etapa, con salida y llegada en la propia Belfast sobre un total de 219 kilómetros.
