Cumpliendo con lo que ya parece una costumbre en las fiestas y solemnidades religiosas más importantes, el obispo de Segovia aprovechó la festividad de la Inmaculada Concepción para lanzar una nueva propuesta evangelizadora para la diócesis, en esta ocasión con los niños como principales protagonistas.
El prelado diocesano presidió en la capilla del Santísimo Sacramento de la Catedral la tradicional Vigilia a la que asistieron cerca de medio millar de personas,
En la homilía, el obispo abordó el tema de la atención pastoral a los niños a quienes calificó como «los preferidos del Señor». Alentó a padres, sacerdotes, catequistas y a toda la comunidad cristiana a poner en marcha los itinerarios de iniciación cristiana de niños que figuran en la programación diocesan; e invitó a concienciarse y organizarse para que los niños participen en la misa del domingo, se les inscriba en la clase de religión y moral católica, participen en la catequesis parroquial y se preparen dignamente a recibir los sacramentos de la confesión y de la Eucaristía.
De este modo, afirmaba el obispo, se promueve en ellos un itinerario personal de vida cristiana que contribuirá a la edificación de la Iglesia y a la humanización de la sociedad, puesto que «el futuro de la sociedad depende de la siembra, y el futuro comienza en la infancia. Todo lo que sembremos, tarde o temprano, renace».
Junto con las parroquias, monseñor Rubio abogó también por promocionar el Movimiento General de Acción Católica de Niños según los nuevos estatutos y las asociaciones eucarística con niños. Todo ello para que los más pequeños puedan identificarse con «María que escucha, confía y se compromete» como proclamaba el lema de la Vigilia.