“El amor generoso e indisoluble de un hombre y una mujer es el marco eficaz y el fundamento de la vida humana en su gestación, en su alumbramiento, en su crecimiento y en su término natural”. Con estas palabras, el obispo de Segovia, Ángel Rubio Castro, subrayó la importancia del núcleo familiar en la eucaristía celebrada ayer para clausurar las actividades de la Semana de la Familia, organizadas por el Secretariado Diocesano de Familia y Vida, que tuvo lugar ayer en la Iglesia del Seminario.
En su homilía, el obispo realizó una encendida defensa de la familia, y aseguró que la iglesia “aboga por adecuadas medidas económicas y sociales para que la mujer encuentre en el hogar y en el trabajo su plena realización, y para que el hombre y la mujer que contraen matrimonio sean decididamente apoyados por el Estado”.
Asimismo, reiteró la importancia de las palabras del papa Benedicto XVI en su reciente visita a España en las que aludió a este asunto, y señaló que el Santo Padre “nos ha enseñado con claridad lo que es la familia en torno a la entrega mutua del varón y la mujer que se aman y realizan en sus vidas ese primer núcleo de humanidad”.
También tuvo palabras dedicadas expresamente a las familias segovianas, a las que pidió que se mantengan “unidas en el amor a Jesucristo” y sepan inculcar en sus hijos “el ejemplo de Cristo”. Para ello, les propuso acercarse a la oración a través de la recientemente abierta iglesia de la Adoración Semiperpetua, en la que el próximo sábado 27 de noviembre tendrá lugar la Vigilia de “Vida Naciente”.
Tras la Eucaristía, que contó con la participación de varias familias en los distintos momentos de la liturgia, los participantes se trasladaron a la Casa de Espiritualidad, donde tuvo lugar la representación de piezas teatrales a cargo de un grupo de niños de catequesis de las parroquias del Cristo del Mercado y Santa Teresa, escritas por el sacerdote Domiciano Monjas, y la jornada concluyó con un ágape para los participantes.
