El obispo de Segovia, Ángel Rubio Castro, cumple hoy, 18 de abril, 75 años, la edad que obliga a los prelados diocesanos a presentar la renuncia de su oficio ante el Santo Padre. El canon 401 del Código de Derecho Canónico establece que «al obispo diocesano que haya cumplido 75 años se le ruega que presente la renuncia de su oficio al Sumo Pontífice, el cual proveerá teniendo en cuenta todas las circunstancias». Así, es el propio monseñor Rubio Castro quien debe presentar su renuncia mediante una carta dirigida al Papa, que una vez acepte esta renuncia, conferirá al prelado segoviano el título de obispo dimisionario, que mantendrá hasta que se designe su sucesor al frente de la diócesis de Segovia.
Según fuentes diocesanas consultadas por esta redacción, la renuncia del obispo no significa que la sede episcopal quedará vacante ni desatendida durante el tiempo que se tarde en el proceso de designación del nuevo obispo; algo que según las citadas fuentes «no será algo inmediato». Así, precisaron que el acto de renuncia «es el primer peldaño de un recorrido que lleva muchos otros peldaños y que pueden prolongarse en el tiempo». De hecho, existen ejemplos que sustentan esta afirmación, ya que algunos obispos han prorrogado hasta tres años su mandato al frente de las diócesis hasta recibir a su sucesor.
Los cambios en la cúpula de la Conferencia Episcopal parecen haber ralentizado los procesos de designación de obispos en las diócesis como Segovia, donde sus titulares han llegado a la edad de jubilación. Así, las hipótesis que apuntaban a que el exsecretario general de la Conferencia Episcopal, Juan Antonio Martínez Camino podría ser el nuevo obispo de Segovia comienzan a diluirse, ya que se espera que las decisiones sean adoptadas «con un mayor periodo de reflexión».
Por su parte, el obispo mantiene intacta su agenda de actividades para las próximas semanas, y en el encuentro que mantuvo las pasadas navidades con los medios de comunicación aseguró que en el momento de cumplir la edad de renuncia «la presentaré gustoso ante el Santo Padre». «Cuando llegue el momento, el Papa me dirá lo que tengo que hacer o dónde me tengo que ir, y si me convierte en obispo emérito de Segovia para toda la vida, pues tan feliz».
Asimismo, expresó su perplejidad por la aparición de nombres para su sucesión, y aseguró que «cuando me marche me preguntarán, pero a mí hasta ahora nadie me ha preguntado nada y yo no he manifestado nada». «Yo estoy aquí muy a gusto y sólo pido perdón a quienes haya podido ofender ahora y siempre. Aquí estaré hasta que Dios quiera y me lo mande», aseguró el prelado.