Las instalaciones del nuevo campus de la Universidad de Valladolid (UVa) en Segovia cobrarán vida a principios del 2012. El equipo directivo del vicerrectorado de Segovia diseña la operación de traslado de al menos 2.000 alumnos y profesores para hacerlo efectivo el próximo mes de febrero, coincidiendo con el inicio del segundo cuatrimestre del curso 2011/2012. Los estudiantes de la Facultad de Ciencias Sociales, Jurídicas y de la Comunicación, así como los de la Escuela Universitaria de Informática estrenarán las aulas creadas sobre el solar del antiguo Regimiento. En Magisterio la decisión aún no está cerrada.
Las dependencias que se ocuparán corresponden a las construidas en la primera fase de ejecución del proyecto del campus de la Universidad de Valladolid, que incluyen el aulario y la biblioteca y son las más próximas a la plaza Alto de los Leones de Castilla. Las obras están a punto de concluir. “Tenemos la previsión de terminar a finales de junio”, ha declarado el vicerrector del campus de Segovia, José Vicente Álvarez Bravo. En este mismo sentido se han pronunciado los arquitectos autores del proyecto, José Ignacio Linazasoro y Ricardo Sánchez. “A finales de junio o puede que entremos en julio estarán terminadas las obras”, señaló ayer Ricardo Sánchez durante una visita de dirección de los trabajos. El arquitecto explicó que puede producirse alguna variación dependiendo de cuando se hagan efectivas las acometidas de la instalación eléctrica.
A partir de ese momento comenzará todo el proceso administrativo de entrega de la obra a la Junta de Castilla y León, que la financia y debe revisar el trabajo hecho, tramitación de los permisos municipales para la puesta en funcionamiento del complejo universitario, y la cesión de las dependencias a la Universidad de Valladolid que deberá ocuparse del equipamiento de nuevo campus. Álvarez Bravo ha explicado que la Universidad de Valladolid ha incluido en su presupuesto del año 2011 una partida de 1.150.000 euros para cubrir las necesidades de equipamiento del campus de Segovia. “Esperamos tenerlo todo disponible para cuando lleguen los alumnos en febrero, porque pretendemos hacer un traslado casi global”, ha declarado el vicerrector.
Con este fin, los responsables de la Facultad de Ciencias Sociales, Jurídicas y de la Comunicación y de las escuelas universitarias de Educación y de Informática han comenzado los preparativos de la mudanza.
Tres centros
La junta de centro de la facultad ha acordado por unanimidad hacer un traslado total de alumnos y profesores, con toda la oferta educativa que desarrolla en las sedes de Mahonías, Casa de la Tierra y Palacio de Mansilla. Álvarez Bravo ha precisado que el cambio de sede no significará el cierre inmediato de estos tres espacios. Por ejemplo, el próximo año los alumnos de Publicidad y Relaciones Públicas continuarán utilizando un plató y un laboratorio de fotografías de Mahonías. El vicerrector de la UVa también ha anunciado que la junta de la Escuela de Informática adoptará en breve una decisión similar. Por tanto, al menos los 1.900 alumnos que estudian en estos dos centros (facultad y escuela de informática) junto con sus profesores protagonizarán el primer movimiento hacia los edificios levantados en el solar del antiguo Regimiento.
La escuela de Magisterio, con unos 700 alumnos, no tiene cerrada de forma definitiva su planificación, y parece que sus responsables van a esperar a ver cómo se desarrollan los acontecimientos. Según ha explicado el director de Magisterio, David Carabias, la junta de centro se ha mostrado contraria a un cambio que suponga la división de su comunidad universitaria y una pérdida de servicios, y solo si estas dos reclamaciones se respetan podrían afrontar el traslado el próximo curso. En todo caso si continúan en la actual sede también se verán afectados por las mudanzas, puesto que está previsto llevar en septiembre los fondos de su biblioteca hasta el nuevo campus.
El vicerrector de la UVa, José Vicente Álvarez Bravo, ha reconocido que los primeros ocupantes del complejo de la plaza Alto de los Leones de Castilla, tendrán que hacer frente a una asignación de espacios y a una organización de su uso provisional, y tendrán que convivir durante años con las obras de la segunda fase hasta que todo el proyecto de campus esté ejecutado al completo. Por eso, Álvarez Bravo resalta su “valentía”, ofrece su total apoyo y emite elogios a profesores, alumnos y al personal de administración y servicios que afrontan “con mucha ilusión y buena voluntad este cambio que va a repercutir en toda la ciudad”.
