La ‘pieza del mes’ es una actividad que el Museo de Segovia, del que también depende el Museo Zuloaga de la capital, realiza durante todo el año para acercar al público visitante los fondos de su exposición permanente, con la selección periódica de piezas representativas de un periodo o manifestación artística determinada.
Durante este mes de enero, el Museo de Segovia ha seleccionado el mural de cerámica con apostolado, que se encuentra en el ábside lateral derecho del Museo Zuloaga. Se trata de una gran obra de 193 x 360 centímetros de los hijos del artista Daniel Zuloaga, representativa de la trayectoria que siguió el taller de San Juan de Los Caballeros tras la muerte del ceramista. Allí continuaron trabajando Juan, Esperanza y Teodora, hijos y discípulos de Daniel, que repitieron los modelos de su padre, a la búsqueda de la riqueza de esmaltes y reflejos metálicos.
En este mural de azulejos, los autores se inspiran en el frontal románico de Silos, decorado con esmaltes, conservado en el Museo de Burgos. La obra representa a Cristo sentado, en el centro, y tres apóstoles de pie a cada lado. La escena se enmarca en la parte superior y en los laterales por una cenefa en relieve de taqueado jaqués, y en la parte inferior por lirios dentro de círculos.
En el archivo del Museo Zuloaga se conserva una descripción de Juan sobre la técnica utilizada: superficie plana de azulejos de 13 centímetros de lado y superficie en altorrelieve de cabezas de las figuras, cornisas y zócalos, a base de tierra roja. Los esmaltes empleados son tanto opacos como transparentes, y se han aplicado con la técnica de la cuerda seca. Se han utilizado tres cocciones: una para el bizcocho, otra para los esmaltes y una tercera para los reflejos y lustres.
Este gran mural fue presentado por los hijos de Daniel Zuloaga a la Exposición Internacional de París de 1925, famosa por ser la consagración del estilo Art Decó. En ella, los hijos de Zuloaga consiguieron un Gran Premio y Diploma de Honor. Como consecuencia de estos galardones, el gobierno francés adquirió una obra para el Museo de Sèvres, el llamado Tiesto románico, inspirado en un capitel románico de San Isidoro de León, con los cuatro evangelistas en relieve.
