El matrimonio de Aguilafuente que ingirió setas venenosas y hubo de ser ingresado en dos centros hospitalarios (el varón en el Hospital General de Segovia y la mujer en el Río Hortega de Valladolid) ha recibió el alta médica, según informaron fuentes de la Junta de Castilla y León.
El marido, que fue quien sufrió en menor medida los efectos de las setas tóxicas, regresó en primer lugar al domicilio familiar. La mujer, a la que los facultativos trasladaron al hospital Río Hortega de Valladolid, al que habitualmente se derivan los casos más graves, dado que es el único centro hospitalario de la región en el que se realiza el transplante de hígado, también ha sido dada de alta. La mejoría de la salud de la mujer, que primeramente permaneció en la UCI, posibilitó que, tras quedar después ingresada en planta, pudiera finalmente volver a casa sin tener que recibir un transplante de hígado.
En Castilla y León se han registrado un total de 43 intoxicaciones por consumo de setas desde 2010 hasta la actualidad, contabilizándose un único fallecimiento por esta causa, a mediados del pasado mes de noviembre, en Sobredo (León).
Se calcula que en España existen alrededor de mil especies de setas, de las que aproximadamente un centenar son venenosas. Entre ellas, la más conocida es la amanita phalloides.
Los micólogos recomiendan que, en caso de sufrir algún síntoma de intoxicación, se debe acudir al centro hospitalario más próximo, y si es posible con algún ejemplar de la seta consumida. En Segovia, varios micólogos han asegurado que, como consecuencia de la popularización de la recogida de setas, “se está perdiendo el miedo” a las mismas, de forma que “cada vez hay más gente atrevida”. A ese respecto, han advertido del riesgo para la salud de consumir ejemplares no identificados.
