El Real Madrid superó ayer al Sporting de Gijón en El Molinón por 0-3 gracias a la sensacional actuación tanto de Di María como de Marcelo. Ambos exhibieron, de nuevo, su gran momento de forma y con dos acciones espectaculares tumbaron al conjunto de Manuel Preciado y de esa manera mantienen a los blancos firmes en lo más alto de la tabla.
El partido dejó clara una reflexión. No luce igual el Madrid con Xabi Alonso que sin el futbolista guipuzcoano en el once inicial. No estuvo el donostiarra y quedó refrendado que es un futbolista imprescindible en la plantilla.
El bloque ‘merengue’, con oficio y concentración, y con menos fantasía que otras semanas, se llevó tres puntos más en su camino hacia el título. Con más fuelle y menos alegría, Marcelo, desde su lateral fue el mejor jugador de los blancos. Dejó incluso su tarjeta de visita con un golazo al final.
El primer tiempo fue intenso. Poco fútbol, juego trabado y mucha amonestación. Iturralde González, el árbitro, fue el gran protagonista. Apeló a la amonestación para prevenir, con ese criterio, el hipotético encuentro duro que se anunciaba. Por ahí vino la expulsión de Rui Farias, el ayudante de Mourinho.
Le costó de inicio más al Madrid ganar al Sporting. Y es que Preciado es de los pocos entrenadores que sabe poner un cortocircuito a los madridistas.
Lo hizo durante 35 minutos con dos centrales serios -Botía y Gregory-. Y con un centro del campo repleto de músculo y concentración. Con Nacho Cases, Eguren y De las Cuevas, enchufados.
La ausencia de Alonso se notó. ‘Mou’ no acaba de confiar aún en Sahin y puso a Lass en el medio centro al lado de Khedira. E innovó con Coentrao en el lateral.
Por otro lado, lo que no puede controlar Preciado en cambio es un error de novato de Damián. Le robó con astucia Di María la pelota en el costado izquierdo del área y sorprendió sin ángulo el argentino a Juan Pablo. Un golazo. Uno más de Di María esta temporada.
Se le ve a gusto al argentino en el campo. Aparece en los momentos clave. Ayer, de nuevo en el segundo tiempo, dibujó un hermoso pase al hueco a Cristiano, que no perdonó. Cristiano Ronaldo mandó el balón a la red. Era el 0-2, celebrado en el campo con una alegría especial. Llega el Real Madrid al clásico ante el Barcelona sin perder puntos y con la euforia por las nubes.
A partir del gol de Cristiano, que marcó su gol 17 en la Liga, el conjunto madridista sí llevó el mando absoluto. Mourinho dio descanso a Di María, Ozil e Higuaín. Y el Sporting bajó el tono, especialmente tras la expulsión de Eguren (minuto 80).
Para acabar el partido, Marcelo rubricó un gran tanto e hizo el 0-3 definitivo. El brasileño puso la guinda a su brillante actuación.
