El Real Madrid de José Mourinho ofreció ayer su mejor imagen de la temporada para golear a un Deportivo de La Coruña inmerso en una crisis de identidad, que deambuló por el estadio Santiago Bernabéu ante un equipo que recuperó la pegada extraviada.
El nuevo ‘pinchazo’ del Barcelona y el tanto tempranero de Cristiano Ronaldo fueron incentivos de tal magnitud para la escuadra blanca que la desapacible noche en lo meteorológico se transformó en un festín sobre el flamante césped recién colocado.
El conjunto ‘merengue’ empieza a parecerse al bloque que desea el técnico José Mourinho: ‘enchufado’, agresivo, luchador y dinámico. Ofreció un fútbol repleto de vertiginosa velocidad, que arrolló a la frágil defensa gallega, perdida desde el inicio.
Tenían tantas ganas de dejar de escuchar la palabra ansiedad, y de acabar con el pobre bagaje anotador, que los jugadores locales no bajaron el ritmo en todo el duelo. Ya dijo Mourinho que habría un rival que pagaría por las numerosas ocasiones falladas por sus pupilos en anteriores partidos. Fue el blanquiazul.
En realidad, se trató del primer día en el que la plantilla, además de vencer, disfrutó. Xabi Alonso lideró al combinado en el centro del campo, Cristiano Ronaldo brilló en la cita en la que más se esforzó para pensar en el colectivo, Özil desplegó su magia y Di María desequilibró a menudo.
El examen casi nació con un cabezazo a la red de Cristiano Ronaldo, gracias a un saque de esquina, y a partir de ahí, el Madrid fue un rodillo.
Miguel Ángel Lotina cometió un error a la hora de intentar reaccionar. Adelantó la defensa para tratar de tener más el balón, y eso, ante un equipo como el de Concha Espina, resulta letal.
Con espacios, es sencillo que aparezca la visión de juego de Özil, autor de la segunda diana. Recortó hacia dentro y su zurdazo, ajustado al palo, fue imparable para el portero Manu.
El arquero realizó algunas paradas, pero nada pudo hacer en la acción de mayor nivel del compromiso. Xabi Alonso vio el desmarque de Higuaín y le metió un pase al hueco. El ‘Pipita’, desde el costado izquierdo, sirvió un centro preciso a la cabeza de Di María. Su compatriota, como si de un ‘9’ nato se tratase, remató con una excelente eficacia para el 3-0.
El guión no cambió después del paso de los futbolistas por el vestuario. Higuaín, que todavía no había anotado en el partido, se sumó al reparto de dianas; Ramos dio un toque a espaldas de la defensa para Di María, que regaló el gol al ariete.
El Deportivo incluso se hizo daño a sí mismo, ya que Zé Castro se alió con la mala suerte al mandar a la red una pared de Cristiano Ronaldo con Marcelo.
Juan Rodríguez consiguió el tanto del honor visitante antes de que, al borde del final, Cristiano Ronaldo engordase sus números en una jugada que mostró sus virtudes. Corrió, regateó y remató con la zurda.
Para redondear la fantástica faena, Mourinho permitió el debut del canterano Juan Carlos, que jamás olvidará el encuentro.
